Al regresar a la empresa fui al piso de abajo a trabajar con los programadores, al principio el ambiente fue algo tensó, pero después de explicarles que estaba específicamente para ayudar comenzaron a relajarse, según Hans debía mantener un tipo de amabilidad agresiva con ellos, expresarme de forma asertiva para dar el mensaje correcto de que soy una buena jefa, pero no se pueden aprovechar de mí. Dios, ese hombre se me estaba metiendo en los pensamientos, estaba tan concentrada en el trabajo que reaccioné hasta que alguien movió su mano frente a la pantalla, al levantar la mirada ví a Melvin sonriendo. –Melvin –me levanté de prisa –. ¿Qué? ¿Cómo? Ah… –Vine a buscarte a tu oficina , pero me dijeron que estabas aquí –respondió cómo si hubiera entendido muy bien mis titubeos. –Pero, e