Poco después Ana apareció en mi oficina, hace poco le había pedido a Gema que me ayudará con el horario de ella para poder entender mejor las obligaciones que tiene, se supone que el puesto de Ana es de supervisora empresarial, pero no entiendo su cargo, además, aunque supiera que no hace absolutamente nada, no creo que sea tan fácil sacarla de la empresa con mi madrastra encima, pero puedo bajarla de puesto hasta que no tenga otra opción más que irse. –Hola Eloise. –Hola Ana, ¿qué necesitas? –Vine a preguntarte, ¿cómo siguió Sidney? –Está mejorando, si toma sus medicinas, descansa y no tiene estrés el resto de la semana posiblemente volverá el lunes –comenté. –¡Osea que ya está en tu casa! Sidney no le había dicho dónde estaba, creo que hasta él sabía que no le convenía que An