-Me dijiste mentiras. - Le gruño, ya estamos en Florencia y me estoy sirviendo un trago, él se está quitando su abrigo.
- ¿Mentira? - Dice entre risas.
-Siii, hoy iba hacer el día en que tu esposita iba a tener un buen escarmiento. - Digo sarcástica, me giro para verlo y ya tiene esa carita de perdonavidas, me acerco para darle su copa de vino.
-Ya lo podrás hacer mañana nena. - Agarra la copa la vuelve a dejar en unas de las mesitas que está en la sala.
-Sí supuestamente, igual que hoy. - Tomo de mi vino.
- ¿Sabes lo que es mejor que el vino? - Arqueo una ceja muevo, mi cabeza de un lado a otro, él me quita mi copa y empieza a darme un reguero de besos por mi cuello me echo a reír, está abrazándome, empiezo a caminar hacia atrás arrastrada por él, tropezamos con el sofá y caemo
