-Segnorina Estefanía. - Escucho llamarme la niñera una y tres veces, me muevo tan perezosa en la cama, la verdad es que mi cuerpo está tan adolorido, siento que no he dormido nada. - ¿Dime Esther? - Le gruño adormilada, no abro mis ojos, mi móvil suena a lo lejos. -Segñorina, es que su móvil no ha dejado de sonar en toda la mañana y pueda ser una emergencia. - Dice Esther preocupada, ella es una mujer de unos cincuenta años, bajita, regordete. -Gracias Esther. - Lanzo mi mano encima de la mesita de noche, se cae el puto móvil y me arrastró entre las sábanas, saco la mitad de mi cuerpo, lo agarro me volteo para estar boca arriba, giro mi cabeza y veo una rosa roja y un estuche pequeño que trae una pastilla con una nota, leo la nota es de Ángelo me dice que me ama y que con está pastil