Capítulo; 4 Un encuentro inesperado.

1542 Words
Con las chicas nos habíamos juntado en casa de Beca, para hacer la tarea y saber lo que había pasado con Mateo, me moría de curiosidad, aunque sabía del porqué él quería hablar con ella, yo quería lujo de detalle, si que soy una maldita masoquista, pero esto, que los chicos que me gustaban no se fijen en mí me tenía acostumbrada. Por un lado estoy contenta que Beca le haya dicho que no a Mateo, pero por otro lado, me da pena, parece un buen chico, y creo que hay que tener coraje para tirarte a alguien y sin saber si hay agua. Pero la parte divertida del día es ver al cortito ponerse como loco al contarle lo de Mateo, no me mal entiendan, no lo odio ni nada, incluso me cae bien, bueno, ahora me cae bien, hace unos años cuando se llevaba mal con mi hermano no lo soportaba, pero ahora le tengo aprecio. Lo que no puedo entender es su actuación de hermano protector con Beca, no me la creo, y es más me fastidia. Al salir de casa de Beca, las chicas y yo vamos caminando hasta llegar a una esquina, antes de despedirnos, hablamos de la maravillosa actuación de Dylan. —Vieron como se puso loco cuando le contamos de Mateo, a mí no me engaña, a él le gusta Beca —afirmo. —Para mí también, no se porque no se lo dice y listo —concuerda Mica y chocamos los cinco. —Ustedes dos son tal para cual —rueda los ojos Silvia fastidiada. —¿Por qué? Eso de "es mi hermanita", "no quiero que sufras", "no quiero que te lastimen". Vamos Sil —imito su voz. —Yo creo que no hay que meterse. ¿Después si nos resulta así y se equivocan? ¿Van a estar bien con eso? En esto hay mucho implicado —manifesta Silvia. —Ya sé Sil, no nos vamos a meter —asegura Mica. —Sabes lo que pasa, es que ella está estancada, no hace nada, su vida es estudiar y estar pendiente de todo lo que hace él, no disfruta su adolescencia, y no te digo que tener novio, eso no, nosotras no tenemos y no por eso somos unas amargadas, cada una tiene su lío en la cabeza, pero ella no avanza porque está pendiente de lo que hace él. ¿Te acordás cuando él estaba de novio con la cheta? ¿Lo mal que la pasó? ¿Acaso eso era vida? —explico molesta. —¿Se lo vas a decir vos? —cuestiona levanta una ceja Silvia. —Yo no me voy a meter —me justifico y así es, por hacer de Celestina no me fue bien, ella la paso fatal, sé que su comentario no fue para hacerme lo sentir mal, pero sus palabras me hacen acordar a lo mal que estuvo por mi culpa, por meterme. Ese día juré que no me metería más en las relaciones de pareja de los demás. Y lo he cumplido hasta ahora, muchas veces estuve muy cerca de decir lo que siente Beca por él, cuando la veía mal, pero no me corresponde porque si salen las cosas mal, me voy a arrepentir toda la vida. —En definitiva, esto en algún momento va a explotar —aclara Mica. —¿Por qué decís eso? —pregunta Silvia confundida. —Porque el amor es difícil de ocultar... más por tanto tiempo —comenta Mica con naturalidad. —Perdón, habló la más experimentada —me burlo. —No yo no entiendo mucho, no me malinterpreten, es más no creo mucho en eso —piensa unos segundos —, de hecho no creo en absoluto —se corrige —, pero veo que es difícil de ocultar, nosotras nos dimos cuenta de lo que siente Beca, él en algún momento también lo hará, solo espero que no sea demasiado tarde —se encoge de hombros. Era muy raro su comentario, aunque ella tiene una familia perfecta sus padres mayores se aman, se lo demuestran entre ellos, con ella y con su hermana mayor, son cariñosos. Su hermana que está casada, no la he visto muchas veces pero cuando vamos a casa de Mica y está con su esposo se nota el amor que hay entre ellos. No entendía todavía porque ella es así con el amor, no se si tiene expectativas muy altas, o es solo que no lo encuentro. Hasta yo, que tengo muchos problemas en mi casa, quiero enamorarme y formar una familia. En el trayecto de camino a casa después de despedirme de mis amigas, sus palabras siguen rondando en mí cabeza. Cuando faltan tres cuadras para llegar, mis pensamientos se disipan cuando ojos no pueden creer lo que ven, es Mateo que está en la parada del colectivo. Qué hará por acá, bueno en realidad no se ni siquiera dónde vive podría estar en cualquier lado. Pero la verdad nunca lo ví por aquí, si vive cerca en algún momento tendría que haberlo cruzado. Me acerco a él. —Hola —le digo con cara de que hace por acá. —Hola —responde el saludo mirándome sorprendido, seguro pensando que hago yo por acá, por dios que linda voz tiene, concéntrate Katy, concéntrate —, ¿vos vivís por la zona? —pregunta confundido. —Sí, a tres cuadras. ¿Vos vivís por acá? —pregunto dudosa. —No, vine a hacer el trabajo de física a casa de Laura —explica. Me había olvidado que esa bruja vivía cerca de mí casa, y que él es su amigo. No puedo creer que todavía no se le haya tirado encima como es su costumbre, quizás sí son solo amigos, igual quedó bien claro que él está interesado en Beca, y prefiero que esté interesado en Beca que en esa loca. —Ha qué bueno, espero que lo hayan terminado — comento, haciendo unos pasos. —¿Por acá pasa el colectivo tres? —pregunta —, porque me dijeron que pasa por acá pero lo estoy esperando hace rato y no llega. —Sí, esta es la parada —respondo frenando mí andar. —¿Es tranquilo el barrio? —pregunta preocupado, lo miro, es la primera vez que conversamos, imagínense mis nervios, no sé cómo estoy articulando correctamente al responder cada pregunta que me hace, bueno ya sé que no son tantas, pero jamás me imaginé encontrarlo, y menos hablar con él, entiendan mí nerviosismo. —A mi nunca me pasó nada, y hace mucho que vivo por acá —bromeó para tranquilizarlo. —No conocer me da desconfianza —ríe nervioso. —Si querés te hago compañía, hasta que venga el colectivo —me ofrezco encogiéndome de hombros. —No sé, ya es tarde, no quiero que tengas problemas con tus padres. No quiero que por mi culpa te pase algo —huu que tierno se preocupa por mí, no es lindo. —No te preocupes, como te dije me conocen no me va a pasar nada, y por mis papás tampoco te preocupes, no pasa nada —lo tranquilizo, quiero seguir hablando con él, vaya a saber cuando pueda volver hacerlo, me gustaría conocerlo más, me quedo ahí acompañándolo. Pasan unos minutos y estamos en completo silencio, no sé para que me quedé, esto es realmente incómodo, yo suelo hablar de cualquier cosa y de cualquier estupidez. Pero ahora no me sale nada. Porque estoy tan nerviosa, piensa algo rápido para salir de este momento, me recrimino. —¿Por qué te cambiaste de escuela? Digo este es el último año, por lo general queremos terminar el año con los compañeros que compartimos todos los años de secundaria —me felicito internamente por mí intento de conversación. Mirando el suelo responde. —Es que mis padres se separaron y mi mamá, mi hermano y yo, nos mudamos con mi abuela —y ahí es cuando me preguntó porqué no habré nacido muda, o tener un poco de tacto cuando hablo, porque no me traga la tierra en este momento. —Lo siento… lo siento mucho, disculpa por preguntar, soy muy curiosa y eso me hace meter la pata a veces, por no decir siempre —me recrimino. —Está bien no hay problema, no lo sabías, solo que no me gusta hablar de eso —explica sonando tímido —, y no quiero que todos se enteren. —Por mí no te preocupes, tu secreto está a salvo conmigo —nos quedamos mirando fijo unos segundos, y en eso viene el colectivo, me saluda con la mano y sube. Yo camino hasta casa, pensando que triste debe ser que tus padres se separen, mudarte a otra casa, dejar a tus amigos, sobre todo extrañar a uno de tus progenitores, debe de sentirse solo Mateo. Pienso en mis padres y aunque discutan, y se lleven mal, no me los imagino separados, debe ser muy doloroso, pienso en Pedrito sería terrible para él. __________________________________________ Gracias por leerme y espero que les guste. Voten. Un comentario me encantaría. Beca tiene su historia también si quieren leerla siempre fuiste tú. Desde ya gracias por tomarse el tiempo de leerme.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD