Subí a mi auto con toda la calma del mundo y me tomé unos minutos para arrancar el auto, estaba en completo silencio, miraba mis uñas bien pintadas, el interior de mi auto, y un remordimiento invadió de tajo mi cuerpo.
Unos golpecitos en la ventana me tomaron por sorpresa, haciendo que saltará, suspiré con alivio al ver a Verónica sosteniendo una fotografía de mi madre con nosotros 3, esperaba que mi mamá no se pusiera mal por el gesto que la mulata tenía conmigo, pero ella mencionó que mi madre le había pedido que la llevará.
Asentí y tomé la foto, observé por el retrovisor como Verónica se hacía más pequeña mientras agitaba la mano, despidiéndose de mí. No tuve valor para aguantarme el llanto, no era tan fuerte, el haber visto a mi madre en esas condiciones me partía por completo el
