—¡Qué feliz se encuentra hoy, señorita! — Genara anotaba con certeza yo sonreí como tonta al ver el mensaje en la pantalla del celular, delatándome.
—Las cosas no han salido bien los últimos días Gen, pero hay algo que me tiene muy feliz. —dije sin reparo, enserio que este hombre, desde que lo vi, me había dejado sin aliento, y sentía en mí, que yo a él no le era indiferente.
—¿Algo o alguien? —la voz de Adelfa repicaba en las paredes de la cocina, produciendo eco, tragué saliva para contestar.
—Algo, hermana. —confirmé, pese a que era alguien, no quería darle explicaciones de nada a nadie. Los sonidos vibrantes provenientes de la boca de Adelfa me incomodaron un poco pero no tenía ganas de discutir. —Tu y yo nos debemos una plática hermanita, espero que ya lo hayas pensado.
—No, Ad
