When you visit our website, if you give your consent, we will use cookies to allow us to collect data for aggregated statistics to improve our service and remember your choice for future visits. Cookie Policy & Privacy Policy
Dear Reader, we use the permissions associated with cookies to keep our website running smoothly and to provide you with personalized content that better meets your needs and ensure the best reading experience. At any time, you can change your permissions for the cookie settings below.
If you would like to learn more about our Cookie, you can click on Privacy Policy.
De camino nadie dice nada. Hay tanta tensión que agregar más no es buena idea. Me quito la chaqueta. Abro los cuatro primeros botones de mi vestido. Haciendo que mis pechos se vean un poco. No lo hago por seducir o algo así. Porque realmente es lo último que haría. Lo hago porque el maldito vestido me está asfitciando y no puedo respirar. Respiró hondo tratando de que entre más aire a mis pulmones. Brayiam me mira de reojo. ¡Imbécil mujeriego! Se acerca un poco más y sin nada de disimulo mira mis pechos. ¿Que puedo esperar? Siempre es lo mismo. Siempre tengo que mostrar mis atributos para tener su atención. Porque el muy perro es a lo único que está pendiente. Siempre a las tetas y al culo. - muñeca ahora que lleguemos a la casa, subiremos enseguida a la habitación- se acerca a mi oído