Die for you

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Dios es testigo del amor que siento por ti, amada mía.

-Crystal Upia.

20 de septiembre del 2018.

Narrado por Noah:

—Quiero tenerlo y quiero que estés conmigo y que lo cuides junto a mí. —se gira lentamente.—. ¿Quieres ser su padre?

Esa pregunta me deja estático. No hay nada en el mundo que me haría más feliz que cuidar a ese bebe cómo su padre, pero no siento que sería un buen padre. No tuve un padre y esto puede afectar el cómo críe a un bebé. Acepto que tengo miedo, más miedo del que nunca en mi vida tuve.

La miro a los ojos nervioso de lo que diré y sin pensarlo un poco más porque sé que es lo que mas deseo, acepto el querer cuidar a su bebé cómo si fuera mío. Creo que será bueno para mi.

—Sí, quiero ser su padre. Quiero cuidar a ese bebe cómo si fuera mío y aunque no tuve padre, me prometo a mi mismo y a ti, que seré el mejor padre para ese bebé. —me acerco a ella y la abrazo fuerte. Kira me abraza y me besa la mejilla.

En mis estudios he aprendido que a las mujeres embarazadas hay que demostrarle afecto, cariño y sobre todo, lo que ellas pidan, esto hace que el bebé salga energético y sin ningún problema.

—No sabes lo feliz que me hace escuchar que aceptas cuidar a mi bebé conmigo. —sonríe. —. Por un momento lo perdía y si no fuera por ti lo hubiera sucedido. No sé cómo agradecerte por tantas cosas que has hecho por mi. —su cara se torna triste. Toma mi mano de impulso y hace que me esté nervioso—. Sé que no es normal que una mujer que haya sufrido de violencia s****l acepte a un niño que fue incubado por ello, sin embargo, quiero tenerlo. Mi bebé no tiene la culpa.

—Lo entiendo mi amor. Sé que no serías capaz de matar a un niño solo porque un hombre te lastimó y agradezco que no lo abortes, de alguna forma eso te dolería al final de los años. Me encanta verte feliz y la noticia de que te vas a convertir en madre debe hacerte flipar, así que quiero verte feliz, ¿sí preciosa? —le guiño un ojo y ella gira la cara riendo tímidamente. Me he dado cuenta de que le gusta que le guiñe el ojo y eso se me hace tierno.

Dejando la conversación atras, me distraigo viendo el reloj que tengo en mi muñeca y observo que son las 4 de la mañana. Me coloco bien en la cama y acerco a Kira hacia mí para que se recueste y descanse las horas que quedan de la noche. Ella super cómoda y tranquila, se recuesta de mi pecho mientras que abraza mi espalda estirándose para poder dormir. Yo al contrario, solo me quedo observando como duerme, tengo pánico, pánico de perderla o de que alguien le haga daño y eso hace recordarme del hombre que irrumpió en la casa de Kira. Tengo que averiguar quien es y qué quiere con Kira, antes de que sea tarde.

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21 de septiembre del 2018.

En la mañana siento que los ojos se me cierran y ahora si quiero dormir, pero no puedo. Eso me pasa por estúpido, debí de haber dormido algunas horas, pero en mi mente únicamente pensaba en lo que debo hacer y en cómo debo cuidar a Kira y a nuestro bebé.

Kira en ese instante comienza a despertar poco a poco, haciendo que se me acalambre el cuerpo, ya que ella durmió en la misma posición encima de mí la noche entera. Alza su rostro para mirarme porque estaba dormida en mi pecho y al ser pequeña está un poco lejos de mi rostro.

—¿Ya nos vamos? —con los ojos medios cerrados pregunta. Eso me causa risa y termino sonriendo por su ocurrencia.

—Todavía no preciosa. A las 8:00 A.M. es que nos iremos y todavía son las... —veo mi reloj.—. Son las 7:50, faltan 10 minutos paras las 8 de la mañana. ¿Quieres ducharte aquí o en nuestra casa? —al preguntarle esto ella ni me responde. Solo me mira cómo si ni supiera qué responder.

—¿N... Nuestra casa? ¿Eso acabas de decir? —asiento lentamente.

—¿Quieres volver a tu casa? —le pregunto.

—No para nada, es que me sorprendió que dijeras nuestra casa cuando es tu casa. —ladeo la cabeza.

—Es nuestra casa desde que te volviste mi novia. Allí voy a cuidarte y a mimarte cómo te lo mereces, tanto a ti cómo al bebé que viene en camino. —ella me abraza fuertemente y poco a poco mi corazón se va abriendo al afecto que ella me da.

—Nunca podré agradecerte todo lo que haces por mi. Gracias, de verdad muchas gracias, Noah, no te imaginas lo agradecida que estoy.

—Dale las gracias a Dios porque te cruzo en mi camino porque de igual manera le agradezco por haberte conocido.

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Pasan las horas y ya estamos en casa. Conducí lo más despacio que pude y está vez respeté las leyes de tránsito cómo debí de haberlo hecho desde la última vez que conducí. Observo a Kira desde la cocina caminando por el camino de piedras que tengo en mi jardín. Se acerca a las flores y huele una orquídea y la acaricia como si fuera lo más frágil que existe, después de haberla observado la orquídea, pasa a los girasoles. Veo cómo el brillo en sus ojos aumentan cuando huele el girasol y verla feliz para mí es de lo más agradable.

Camina de regreso a la cocina y entra por la puerta.

—Están muy lindos esos girasoles. Amo esas flores, no te imaginas cuánto. —ver cómo habla de las flores me deja embobado.

—No tienes que envidiarles nada a esas flores. Tú eres más hermosa que cualquier flor que existe y haya existido. —me abraza la espalda mientras me deja un camino de besos en esta, luego deja un beso casto en mi nuca y se separa de mi espalda para abrazarme de frente.

—Me gustaría saber de donde sacas esas poesías y poemas que algunas veces me resitas cuando hablas. Me gusta escucharlas. ¿Puedes recitarme una de ellas? —asiento.

—"Solo con mirarte veo que eres arte. Cuando miro tus ojos es cómo si mirara el firmamento, porque en ellos veo lo hermoso que es el cielo".—su cara se vuelve confusión.

—¿Qué significa?—pregunta.

—En palabras llanas, no estoy contigo por cómo eres por fuera sino por lo que tienes adentro y tal vez creas que lo único que tiene dentro de ti es dolor, pero yo veo a una persona que tiene amor y quiere dar de ese amor a alguien. Veo que quieres ser amada y siento lo mismo que tu.

—Ahora entiendo que si no me hubieran abusado sexualmente, no estaría aquí contigo. Todo pasa por algo y eso me llevo a conocerte. Perdón por hablar tanto...—mi cara es un poema. Lo sé. Desde que Kira comenzó a hablar no he dejado de sonreír. Ver cómo sus labios se movían y las expresiones que hacía al hablar me han enamorado por completo. Juro que lo han hecho.

—¿Cómo puedes enamorarme sin hacer nada? —babeando le pregunto. Ella únicamente sonríe y me mira con adoración y ver eso me encanta.—. ¿Puedo besarte? Juro que es lo que más deseo en este momento.

—No veo que te lo esté impidiendo. —levanta las manos y las abre a cada lado de su cuerpo sonriendo con malicia, malicia que no sabía que tenía realmente.

—Dejemos de hablar y ven aquí pequeña. —ella mueve la cabeza en señal de que no lo hará. —. ¿Qué tramas, eh?

—¡Atrápame si puedes! —comienza a correr por el pasillo para subir las escaleras.

¿Está loca o que? Está embarazada y sube las escaleras cómo si no estuviera vida dentro de si misma. La persigo y subo las escaleras rápidamente y cuando entro a la habitación veo que corre para salir por la ventana grande, pero siendo más rápido que ella la agarro por la cintura y la levanto de tal forma que la coloco despacio en la cama para que no se lastime ni ella ni el bebé. Llámenme paranoico, pero quiero cuidarla lo más que pueda y para volverme más loco de la preocupación esta cagada de risa por hacerme subir las escaleras detrás de ella. Es malvada y no lo sabía.

—¡Elige! Pastel o castigo, ¿cuál de los dos? —ella arquea sus cejas.

—¿Cuál es el castigo? —sonrío maliciosamente.

—Esto... —la beso lentamente consumiéndome en sus labios. Despacio interrumpo en su boca con mi lengua y voy explorando cada parte de ella para luego pasar a morder su labio inferior hasta hacer que jadee.—. Esto es el castigo.

Me separo de ella para ver su rostro acalorado y sonrojado.

—Pues quiero más castigo. —comienza a reírse y el estar así con ella es más que relajante para mi.

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Este capítulo me robo el corazón.❤❤❤