Una verdad que duele

1501 Words
Matheus escuchó la voz de Natalie, y aquello revolvió dentro de él, muchas sensaciones que lo llevaron levemente a un estado depresivo instantáneo; sintió ganas de llorar y golpeó el volante con fuerza. —Maldita sea —se limpió con el antebrazo las lágrimas que descendían por su rostro. Aquel recuerdo le dolía tanto que no pudo evitar llorar. Flash Back*** Un año atrás —¿Qué hubo hermano? ¿Cómo vas hoy? —preguntó entusiasmado Leron, quien siempre estaba sonriendo y de buen humor. —Todo bien, trabajando un poco en el caso del secuestró de la hija del doctor que fue encontrada asesinada. —respondió Matheus, mientras coloca la foto de uno de los implicados en la cartelera y crea la línea de tiempo de aquel secuestró que terminó en la muerte de la adolescente. —Sí, debe ser terrible que te maten a un hijo, debe ser algo difícil de soportar y muy doloroso. —responde Leron en un tono un poco serio. Realmente verlo en otro estado de ánimo que no fuese de felicidad, era poco común. —Imagínate, ser médico y salvar vidas y que no haya logrado salvar la vida de su propio hijo, es bastante irónico. —Hermano, cuando la muerte llega “ni que te quitan, ni que te pongan” esa es la lamentable verdad de este asunto. —le pone la mano en el hombro.— ¿Y cambiando de tema, ¿cómo vas con Nati? No puede que ver que llego a casa porque lo único que hace es preguntarme por ti. —Jajaja ¿de verdad? —ríe con la mirada de aspaviento de su amigo.— Bien, esta semana la llevaré a bailar. Es encantadora tu hermana. —Hey!!! Cuidado Ok que te tengo en la mira —saca el arma y lo apunta, en forma de broma. Ambos sonríen como si en verdad fuesen hermanos, él y ese chico fueron siempre buenos amigos. Cuando alguno de sus compañeros se metía con Leron por ser de piel oscura, Math siempre salía en su defensa. Si de bromear se trataba, eran los primeros en inventar travesuras. Natalie siempre estuvo enamorada de Math, desde la secundaria cuando lo veía llegar a su casa y corría a esconderse de él. Para ella, el amigo de su hermano era el primer amor de su vida, por ello cuando Leron salió del colegio y decidió junto a Math hacer el curso técnico como oficial de policía, ella supo que seguiría viéndolo. Luego de un par de años, Math finalmente comenzó a notar las atenciones especiales de aquella hermosa morena de cuerpo escultural, cabello ensortijado, ojos grandes y pestañas rizadas. Él y Natalie comenzaron a salir poco más de dos meses, y Leron siente que no puede haber un mejor hombre para cuidar de su hermana que su amigo y casi hermano, Math. —No juegues con las armas, Leron. Eso no son juegos —le aconsejó Math y le quitó el arma de las manos. Le entregó el arma de regreso. —Es una broma Math, siempre andas quitándole la diversión a todo. — tomó el arma y la guardó en su costado derecho, sin asegurarla bien. Se sentó sobre el escritorio y se escuchó una detonación de inmediato, sacó el arma y la dejó sobre el escritorio, Leron apretó su pierna y la sangre comenzó a salir profusamente, el color rojo abrillantado mostraba que debía venir de una arteria. Apresuradamente Math, sacó su cinturón y le colocó un torniquete para minimizar el sangrado. —Carajos, Leron ¿Qué pasó mi hermano? —Coño Math, me jodí. Es mi hora —respondió seguri de que el disparo había atravesado su arteria femoral. —No digas pendejadas, vas a estar bien. Yo no dejaré que te ocurra nada. Lo tomó entre sus brazos, haciendo un gran esfuerzo para sacarlo hasta afuera. Los colegas, miraban asombrados aquel incidente. Uno de ellos, corrió a meterle la mano a Math, abrió la patrulla, Math acostó a Leron en el asiento de atrás. Mientras Ruíz, conducía hasta el hospital. —Óyeme tú me bro, esto se ve bien mal de velda —dijo en su dialecto puerto riqueño. —No hables pendejadas y conduce Ruiz —Le dijo Math, mientras volteaba a ver a su compañero en el asiento de atrás— aguanta cuñado, ya vamos a llegar. Leron sonrió, era la primera vez que Matheus a estaba que tenía algo con su hermana. —Cuídala brother, cuida a mi hermana. Al ver que Leron comenzaba a palidecer, Ruiz tomó un atajo para llegar más rápido al hospital. Cuando lo sacaron de la patrulla, ya lo esperaban en una camilla para llevarlo hasta quirófano, lo ingresaron y diez minutos después, salió el médico que lo debía operar. Math y Ruiz corrieron hacia él. —¿Qué pasa doctor? ¿Cómo está mi amigo? —pregunta angustiado Math. —Lo siento, no se pudo hacer nada. Acaba de fallecer, el disparo fue directo a la arteria femoral. —No, no, no. Usted tiene que salvarlo —lo sujeto por el cuello de la camisa, mientras las lágrimas se deslizaban por su rostro. —Cálmate brothel —intenta sujetarlo para que suelte al médico. Decepcionado de todo, Math soltó al hombre de sesenta años que lo miraba aterrado, pensando que Math lo mataría. Sin permiso del médico, entró al quirófano y lloró desconsoladamente. Después de haber perdido a su amigo, lo que menos esperaba era que lo inculparan por su muerte. Regresó a la oficina para dar parte al comisario Floyd de lo ocurrido, su sorpresa fue saber que era el primer sospechoso de la muerte de Leron. —Lo siento, Cavalini, pero estás bajo averiguación, se encontraron huellas tuyas en el arma. El único que pueden decir lo que ocurrió es Leron, y él está muerto. —le dijo Floy en un tono hostil. —¿Qué quiere decir, qué yo maté a mi mejor amigo? —repuso Math ante aquella insensatez. —No lo digo yo, lo dicen las pruebas. Tendrás que enfrentar un juicio interno y rogar que su familia no ponga la denuncia o tendrás que or detenido. Por ahora serás separado de tu cargo, entrega el arma y la placa. Matheus sacó la pistola y la placa policial y la dejó sobre el escritorio. Nada podía ser peor para él que la muerte de su único y verdadero amigo. *** Minutos después lo sorprendió el golpe en el vidrio de Madison. Reaccionó y bajó del auto para abrirle la puerta, ella se veía algo consternada. —¿Ocurre algo señorita? —le preguntó él. —No Math, lléveme ahora mismo a mi casa. Aquel comportamiento de Madison era bastante raro, sin embargo, ella no le contaría algo a un extraño. Eso era más que evidente. Llegaron a la nansiin Carter, Madie no esperó a que Math le abriera la puerta, entró apresuradamente a la casa y fue hasta la cocina, él en cambio caminó por la parte de atrás para ir a la cocina por un vaso con agua. Cuando entró, se sorprendió de encontrarla llorando sobre el hombro de Teresa. ¿Qué le pudo pasar allá dentro con aquel chico? Ella lo miró, disimuló su tristeza, tomó a la nana de su mano y subió con ella hasta su habitación. Rosa, quien siempre suele ser algo metiche y chismosa, hizo un comentario algo incómodo para Match. —¡Ya tuvo su primera decepción amorosa! —Math la miró sin decir nada— Eso siempre pasa con las niñas ricas como ella, creen que pueden tenerlo todo cuando gusten. —Creo que eso no es de mi incumbencia, señorita. —Disculpe Math, tampoco estaba hablando con usted. Que jartera que uno ni puede hablar con uno mismo ya, pues. Math tomó el vaso con agua y fue hasta su habitación, mientras se ducha, recuerda el rostro triste de Madie, esa era la única manera en que no le agradaba verla. En tanto, Madie llora desconsoladamente recostada dek regazo de su nana como cuando de niña iba hasta su habitación por haber tenido alguna pesadilla. —Nana, no sé qué voy a hacer, Brack me gusta pero eso que me pide es muy difícil para mí. —Mi niña, no tienes que hacer las cosas por lo que el resto de tus amiguitas hacen, o por lo que te pide ese joven. Vales mucho y solo estarás con alguien cuando realmente sea tu corazón quien te lo diga. —Gracias nana, por entenderme —miró a Teresa, y esta acarició su largo cabello. —Aunque seas una señorita ya, para mí siempre serás mi Madie. La conexión que había entre ellas, era única. A pesar de que no era su madre, la vio crecer como si fuese su hija, su corazón le daba derecho a sentirse como tal, siempre la cuidó y protegió como tal, mientras Janet vivía su vida sin recordar que tenía una hija.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD