Aquel encuentro maravilloso con Matt, es para Madie lo más maravilloso que ha vivido. Para Matt, resulta exactamente igual, no se trataba del hecho de haberle hecho el amor a una chica virgen, no. Aquello tenía más que ver con las emociones que ella provocaba en él: ternura, deseo, amor, pasión y sobre todo una necesidad de protegerla y amarla. Matt fue hasta la cocina, Teresa le sirvió el café, no podía mostrar su enojo ante el guardaespaldas. —¿Qué ocurrió anoche Matt? —él la miró sorprendido. —La señorita Madie, después del altercado que tuvo con su madre, tomó algunas pastillas —carraspea la garganta— intentó meterse a la piscina para —hace una pausa— quitarse la vida. Vi cuando rondaba por la piscina y salí a buscarla, se había lanzado, tuve que rescatarla, la traje a mi habitación