UNA AYUDA INESPERADA

1415 Words
Jan está muy contento por haber ganado un alma para Cristo en esa celda. Cuando dos guardias tocan los abarrotes con sus bolillos, y uno de estos guardias le dice al otro: — ¡Míralos!, ya se hicieron muy buenos amigos. — Que se podía esperar de un ladrón y de otro que intentó asesinar al alcalde, ni comida merecen. — Pero a estos nos toca darles comida por obligación. Jan y Heder se quedan callados. Cuando los guardas se ponen a reír, y luego se van... Jan le dice Heder: — En toda la trayectoria de tu vida, vas a encontrar tentaciones y dificultades, obstáculos que intentan frenarte. — ¿Tentaciones como la que acabamos de pasar? — Si. — Se ven unos sujetos muy malcriados, eso me recuerda a un caso que vi hace unos días antes de que me detuvieran. — ¿Qué caso? — Vi a una niña como de cuatro o cinco años, que le tiraba patadas a su mamá porque ella no le daba el celular que tenía en la mano. Jan se sorprende bastante, pero luego le dice a Heder: — Eso pasa al querer entretener a niños con celulares, vuelven a los niños adictos al internet, y los exponen a cosas terribles. — Si, eso pensé... cambiando de tema, ¿cómo se llama la Iglesia que asistes? — Se llama; El camino a Dios. — Bueno, esperemos salir en algún momento de aquí, para que me lleves a la casa de Dios. — Bueno... Dos días después, Jan pone sus dos manos en los abarrotes, y dice: — ¿Sera que mi familia no me está buscando? Heder mira el techo, y luego le expresa a Jan: — Te deben de estar buscando, no te preocupes. — Lo que me preocupa es la desaparición del pastor. ¿En dónde estará? En ese momento, Jan se acuerda de una alabanza que ponían bastante en la Iglesia, y comienza a golpear un poco los abarrotes con su mano derecha, y canta: — Bueno es Dios, bueno es Dios, bueno es Dios, bueno es Dios, bueno es Dios, bueno es Dios, bueno es Dios, bueno es Dios, bueno es Dios, bueno es Dios, bueno es Dios, bueno es Dios, bueno es Dios, oh, oh, oh, oh, bueno es Dios, bueno es Dios, bueno es Dios, bueno es Dios... hay salvación. No me avergüenzo del evangelio, que ha sido de gran poder y libertad, y la verdad gracias a él, hoy levanto el nombre de Jehová. No me avergüenzo del evangelio, que ha sido de gran poder y libertad, y la verdad gracias a él, hoy levanto el nombre de Jehová. Hoy me encuentro en corros por qué es lo que siento, hay salvación en mi corazón, hoy levanto mis pies, no me cansare, hay salvación en mi corazón. Grita, canta, danza alegremente en su presencia, gira, salta dando vueltas para Cristo, vive, vive, para siempre él es el rey. Yo estoy contento porque en el tengo la vida, la vida eterna que Jesucristo me dio, yo tengo gozo, yo tengo paz, tengo alegría, camino al cielo yo voy. Esta alegría que yo siento en mi vida, yo no la cambio por la gloria de este mundo, estaba muerto y Jesús me dio la vida, camino al cielo yo voy, yo tengo gozo, tengo alegría, camino al cielo yo voy, yo tengo gozo, tengo alegría, tengo a Jesús, tengo la paz, tengo la vida, yo tengo gozo, tengo alegría, camino al cielo yo voy... De inmediato, Heder aplaude la alabanza que canta a Jan, y le expresa: — ¡Tienes muy buena voz! — Si eso te pareció buena voz, entonces tienes que escuchar a los que cantan en la Iglesia. — Necesitamos salir de aquí. Jan comienza a cantar otra alabanza, y después otra, hasta cantar en total cuatro alabanzas... De inmediato, un policía llega rápidamente a la celda, y golpea los abarrotes, diciéndoles: — ¿Qué es el escándalo que hacen? ¡Cállense! Jan le dice al policía: — Son alabanzas. — No me importa lo que sea, cállense porque me están aturdiendo. — Pero si estoy cantando en voz baja. — ¿No escuchaste muchacho? ¡Cállate! Heder se levanta rápidamente de donde esta, y le expresa al policía: — No se olvide que nosotros también tenemos derechos. — Lo único que tienen derecho es de permanecer callados, hasta que llegue su juicio. Jan le expresa al policía: — Necesito llamar a mi familia. — Yo también necesito llamar a mi familia, así que pórtense bien y hagan silencio, de pronto, pero de pronto me apiado de ustedes y los deje llamar... En ese instante, el policía se va. Cuando Heder le expresa a Jan: — Eso se escuchó extraño, parece que tan poco no se va a poder uno comunicar con un familiar. — Yo espero que si... Caseta del pueblo, Marchal y su mujer recorren el lugar, mientras York y varios trabajadores comienzan a remodelar todo el lugar... Cogidos de la mano, Idalia y Marchal terminan de recorrer la enorme caseta. Cuando Marchal le dice a su esposa: — ¿Qué te pareció este lugar? — Bastante grande y espaciosa. — Si, con este diseño que mostro York, esto va a quedar fantástico. — Yo todavía no lo he visto. — Ahora le digo a él, para que lo veas en su portátil. — Bueno. — Ya estoy soñando con tener mis grandes eventos aquí, necesito convencer a más personas. — ¿Mas? Casi todo el pueblo voto por ti. — Muy bien lo dijiste, casi, yo necesito que todo, absolutamente todo el pueblo este conmigo, yo soy su alcalde y futuro presidente de los Estados Unidos. — Oh, amor, estas pensando bastante alto, pensé que te conformarías con este logro. — No, no, no, yo no soy, y no seré conformista, mis aspiraciones son grandes para con esta nación. Yo quiero ser presidente de este país. — Entonces, espero que ese día llegue muy pronto, te imaginas yo de primera dama del presidente de los Estados Unidos... — Claro, pero tienes que portarte bien. — ¿A qué te refieres con portarme bien? — Que no me traiciones. — Tú sabes que yo siempre he sido incondicional para ti. Yo no te traicionaría. — La última mujer que tenía dijo algo parecido a esto, y me traiciono. — ¿Entonces crees que yo también lo hare? Marchal se sonríe un poco, y corta la discusión, diciendo: — Bueno, bueno, mejor dejemos ese tema ahí, para que dañarnos el día con bobadas. — Tu comenzaste con eso. — Mejor vamos a donde esta York para que te muestre el diseño. — Está bien... En la noche, Heder duerme profundamente, mientras Jan mira hacia el techo y vuelve a cantar una alabanza, pero en voz baja, y luego de eso se duerme... 12:15 pm, en el pasillo, un policía se acerca a donde esta Jan y Heder, y les dice: — ¡Despierten! En seguida, Jan se despierta y mira al policía, el cual nunca había visto en ese lugar. Jan le dice al policía: — ¿Qué quiere? Heder se despierta. Cuando el policía le responde a Jan: — Necesitan salir de este lugar. De inmediato, el policía le tira el celular a Jan y las llaves de la camioneta, diciéndole: — ¡Atrapa esto! Jan se sorprende bastante al igual que Heder. Cuando el policía también le tira el celular a Heder en sus manos, diciéndoles: — ¡Levántense! Heder y Jan se levantan. Cuando Heder le dice al policía: — ¿Por qué nos está ayudando? — Ahora no hay tiempo de explicaciones. En seguida, el policía abre la celda, y le dice a Jan y a Heder: — ¡Síganme! En ese instante, el policía camina por el pasillo, y a tras de él Jan y Heder quienes están estupefactos por lo que está pasando. Jan mira a varios guardias dormidos, y luego mira al policía que los está llevando a la salida, y mira a Heder, quien le dice: — ¿Conoces a este policía? — No, nunca lo he visto. En ese momento, el policía abre la puerta principal y sale a la calle junto a Jan y a Heder. El policía se queda atrás de Jan y Heder. Cuando estos celebran que están libres, y quieren darle las gracias al policía, pero miran hacia tras, y no ven a nadie...
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD