DESAPARECIDO

1496 Words
Cinco días después, mientras toda la gente del pueblo se comporta de una manera agresiva y extraña, Jan y su padre adelantan trabajos en casa de Francis, la cual está contenta que Jan y su padre oren en su casa. Cuando terminan de trabajar. 5:30 pm, Blick y su hijo cogen de la mano a Francis. Y oran antes de irse de ese lugar... Al terminar la oración, Francis les dice a los dos: — Oh, muchachos, desde que ustedes están orando la casa, se siente una frescura y una paz muy duradera. Jan le dice a Francis: — Para que siga este legar, así como esta, hay que estar orando este lugar constantemente. Porque se siente en la calle una energía pesada. Blick le expresa a Francis: — Bueno, mañana le mostraré otra clase de piso. Para ver si le gusta. — No se preocupen muchachos. El piso que me mostraron está muy hermoso, no quiero otro, si no ese. Blick se sonríe bastante, y le dice a Francis: — Como usted diga señora Francis. En seguida, Jan y Blick se despiden de la señora Francis, y salen de la casa. Cuando comienza a caer nieve. Blick le expresa a su hijo: — Apurémonos antes de que se pongan muy complicada la carretera. — Si... Minutos después, Jan y su padre llegan a casa, y entran la camioneta al garaje. Blick entra a la casa, y carga a Theo, quien está jugando en la sala, diciéndole: — No estas muy abrigado que digamos. — Mi mamá ya encendió la calefacción. — ¿Ya hiciste la tarea? — Si. Jan entra a la casa. Cuando Isabela les dice: — ¿Cómo les fue? Jan le responde a su madre: — Bien, voy arreglar una ropa para ir a la Iglesia. Blick le dice a Isabella: — Bien mujer, nos fue bien, pero con un poco de hambre. — Ya les sirvo algo de comer... Jan sube a su habitación y mira por su ventana que la caída de nieve cesa un poco, y dice: — Qué bueno, así mañana no toca limpiar tanto la entrada. En la mañana siguiente en la Iglesia, el pastor y su esposa están recibiendo a los hermanos en la entrada... En ese momento, Jan y su familia saludan al pastor y a su esposa. Y luego se van a sentar al frente del pulpito. El pastor sigue saludando a hermanos. Cuando el espía de Marchal lo sorprende y le da la mano, diciéndole: — Muy buenos días pastor. El pastor lo queda mirando, y le responde: — Espero que venga dispuesto a escuchar la palabra de Dios. — Espero que sí. De inmediato, el hombre entra a la Iglesia, y se sienta en las sillas ultimas. Merci le dice al pastor: — Ese hombre no me gusta. — A mi tan poco. — ¿Qué vamos hacer? — Solo confía en Dios. — Si, pero también tienes que cuidarte, no vayas hablar de ese alcalde. El pastor no le dice nada y la abraza. Cuando Merci le vuelve a decir: — No vayas hablar del alcalde. — Oh, ¡mira! Salió el sol, ahora solo nos toca calentarnos más con las alabanzas danzando y cantando. — No te hagas el loco, esto es serio. En seguida, el pastor entra a la Iglesia. Y hace que todos se levanten de la silla. Para que canten y dancen... Luego de las danzas y de los canticos, el pastor separa en el pulpito y mira al enviado de Marchal, y dice: — La predica de hoy iba hacer otra, pero en medio de las alabanzas caí en cuenta que me había llenado de miedo, y una persona que le sirve a Dios no debe de tener miedo, porque Dios está con nosotros, Jehová es nuestro respaldo. Jan mira a los ojos al pastor, y se da de cuenta que el mira hacia un lugar específico, y mira hacia atrás, y ve al hombre del otro día. En seguida, el pastor baja del pulpito, y les dice a todos: — Hace unos días fui atacado por algo que dije el anterior domingo. Merci pone su mano derecha en la frente y trata de decirle a su esposo que no hable, pero este no la mira. En ese instante, el pastor les expresa a todos: — Si, así como lo oyen, recibí una amenaza y luego un ataque por haber hablado del alcalde Marchal. Los hermanos de la Iglesia se sorprenden bastante. Cuando el espía saca su teléfono y comienza a escribir un mensaje al alcalde. Isabella le dice a Jan y a su esposo: — Pero eso es muy grave de parte del alcalde. Blick le dice a su esposa: — Totalmente. En ese instante, el pastor vuelve a subir al pulpito, y dice: — Y esto n o sucede porque si, desde que llego ese hombre a la alcaldía, la gente sea puesto más agresiva de lo normal, no sé si ustedes pueden percibir eso. Hay un ambiente muy pesado, frio... no este frio que tenemos ahora, estas son las temperaturas normales que tenemos... las cuales son: diecisiete grados, dieciséis grados, cinco grados, menos dos grados, menos nueve grados, nuestra máxima temperatura de calor ha sido de veintitrés grados Celsius... volviendo al tema, este alcalde me amenazo por decir la verdad, pero yo no voy a callar ni tener miedo, es más, aquí en este momento y entre nosotros, esta su espía. El hombre se siente bastante incomodo, y espera unos segundos, y se va de la Iglesia. Una hora después, el pastor termina la predica. Cuando su esposa sube rápidamente al pulpito, y le dice: — Te dije que no dijeras nada de eso. — Hablamos en la casa. — Ve tu solo, yo voy a quedarme hacer una obra social con otras hermanas. — Buenas... Jan se encuentra con Loren, y la abraza, diciéndole: — Casi que no te veo. Loren se sonríe, y le expresa a Jan: — El otro domingo no pude venir, porque se me presento un problema en la casa. Jan ve al pastor, y mira a Loren, y le dice: — Espera, voy hablar con el pastor. — Yo también voy hablar con él. — Entonces vamos. — Si... En ese momento, Jan y Loren saludan con abrazos al pastor. Cuando Jan le dice: — Pastor, tiene mi total apoyo. — Gracias Jan. Loren también le expresa al pastor: — Cuente con mi apoyo también. — Gracias Loren. El pastor los abraza a los dos, y les expresa: — Ustedes dos son muy especiales, sigan así, ahora los dejo, voy hablar con más hermanos. — Bueno. El pastor se va hablar con unos hermanos. Cuando Jan mira a Loren, y le dice: — Te invito a comer algo. — Gracias Jan, pero tengo que irme a casa. — Bueno, yo te llevo. — ¿Y tu familia? — Vamos todos en la camioneta. — Habla primero con ellos. — Espera, ya regreso. Jan se va a donde esta sus padres y su hermano, y les dice que quiere llevar a Loren hasta su casa, y ellos aceptan con mucho gusto. Blick y Isabella le explican a Jan que se van a otro lugar en un vehículo de un hermano de la Iglesia. Jan vuelve a donde esta Loren. Cuando esta le dice: — ¿Qué dijeron tus padres? — Tengo la camioneta libre. — ¿Aceptaron? — Si, es que ellos se van en otro vehículo. — Bueno, entonces vamos... Minutos más tarde, Merci viene en el auto de una hermana de la Iglesia. Cuando Merci ve el vehículo de su esposo en la orilla de la vía, y le dice a Ana: — ¡Detén el carro! De inmediato, Ana se detiene del vehículo del vehículo del pastor... Rápidamente, Merci se baja del auto de Ana y corre a donde está el vehículo de su esposo, y abre la puerta. Y comienza a revisar todo el vehículo. Cuando Ana le dice: — No te preocupes, el pastor debe de estar por aquí... debe de estar evangelizando a una persona. — Por aquí no hay nadie. — Pues eso si es verdad, ¿todas sus cosas están ahí? — Si, aquí esta su celular y su cartera... no hay nada forzado... Merci se pone a pensar un poco en todo lo que dijo su esposo en la predica, y le expresa a Ana: — ¡El alcalde le hizo algo! — Esa es una acusación muy grave y delicada. — ¿Acaso no escuchaste ahora en la Iglesia lo que mi esposo confeso de ese hombre? — Si, yo escuche, pero todavía no podemos afirmar que el alcalde haya o esté involucrado en una desaparición. En ese instante, Jan viene en su camioneta y ve a la mujer del pastor con sus manos en la cabeza, y de inmediato frena la camioneta, y corre hacia ese lugar...
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