La noche es larga para Artur y Keisha. El medicamento que el médico le aplicó al rey hizo ceder la fiebre, aunque sigue inconsciente, mientras que Keisha pasa la noche muy inquieta y gimiendo de dolor. Todas las hierbas que Mina empleó en su curación no surten el efecto deseado y hasta llegó a vomitar un par de veces. Llegada la madrugada, al fin se queda dormida. Andora se queda velando por ella en todo momento. En la mañana, Ryanah pasa al comedor para desayunar con Liona. El concejero del rey también ya se encuentra conversando con ella. —Buenos días, princesa Ryanah —El anciano hace una reverencia, Ryanah asiente para corresponder a su saludo. —Espero que haya pasado una buena noche. Si necesita cambiar algo, por favor no dude en pedirlo. —Gracias, no necesito nada por ahora, sin