Han pasado tres días enteros desde que Sara fue castigada por el suceso con Susan. Se encuentra aislada en su habitación sin poder salir hasta nuevo aviso y con el mínimo de alimentos para sobrevivir, mientras que Dona no puede tener contacto alguno con ella. Ninguna de las sirvientas del harén tiene permiso de ayudarla con sus necesidades. El rey le comunicó de su decisión por medio de su jefe de guardia, Ciro, quien le explicó a su majestad todo lo ocurrido esa tarde, cuando Liona fue hasta su oficina a informarle lo ocurrido. Artur también ordenó que Susan sea recompensada y devuelta a su familia cuando sea dada de alta. Mientras está convaleciente, debe ser atendida de sus heridas. Liona sigue encerrada en su habitación desde esa noche del rechazo del rey. Su madre es la única que l