—¡¿Qué significa esto?! —Grita el hombre al despertar y encontrarse totalmente desnudo y atado de manos y pies de una gran madera en forma de cruz. —¡¿Por qué me tienen atado?! El lugar es lúgubre y maloliente. Parece ser un viejo establo, aunque también hay cerdos y gallinas recorriendo por el sitio. El techo está lleno de agujeros por donde se cuela el agua de la lluvia y a sus pies solo hay charco y heces de animales por donde se mire. —¡Exijo que me liberen ahora mismo! No saben de lo que yo soy capaz. Lo van a pagar muy caro. Morgana lo mira sentada cerca de una fogata a su espalda, con una sonrisa macabra en su rostro que presagia el aterrador destino que le espera al infeliz. —Al fin despierta, bello durmiente —La voz de Morgana sobresalta al susodicho, quien intenta voltearse p