Otra inclinación de cabeza. —Estaré bien. No te preocupes por mí. Come. Termino mi hamburguesa y espero a que él termine. Por fin, deja la hamburguesa a medio comer en el plato y se queda mirándola un momento antes de apartarla. —Tengo que ir al baño. Ahora vuelvo, —dice, se levanta y cruza la habitación arrastrando los pies. Camina como un anciano, con sus piernas dando pasos deliberados. Desvío la mirada, no quiero ver cómo se esfuerza. Pienso en Nancy y en lo que está pasando, viendo cómo el hombre al que ama se desintegra delante de ella, y luego pienso en Monie y en mis hijos. Espero no necesitar nunca que me cuiden. No creo que pudiera soportar ver a mi hijo esforzándose por ser el gran hombre para su madre o escuchar a mi hija preguntar qué le pasa a Padre, por qué no me lee cuent