El adiós suele ser muy doloroso. Los suaves suspiros de una pareja de jóvenes que decide entregarse ahora mismo por la pasión junto con el amor de sentimientos correspondidos hacen que más de uno quiera admirar la bella muestra de amor, sentimientos involucrados. Caricias que se pierden en el cuerpo del otro, besos en marcas que se quedarán ahí hasta un determinado tiempo, dos o tres días como máximo. Helena cierra los ojos mientras que su cuerpo se deja llevar por la deliciosa sensación de calor que la recorre, suspira con fuerza mientras sus manos se aferran al cabello rubio de Axel, quien ahora mismo está más que divertido haciéndola sentir placer, balbuceos que se pierden en la gran habitación donde se encuentran. El cuerpo tembloroso de Helena se arquea, su interior cosquillea de un