Tus gritos de auxilio se pierden en el silencio. Ha pasado tanto tiempo desde la última vez que Helena vio la vida fuera de las descoloridas paredes donde Fausto la mantenía prisionera, ¿Tal vez haya pasado un día o dos? ¿Quizás una semana o mes como mínimo?, Helena no lo sabe con claridad pero no pierde la esperanza de que su prometido llegue en algún momento a rescatarla, Fausto la ha mantenido prisionera todo este tiempo al cargo de Valeriana quien siempre le lleva el desayuno, comida y cena, pero era difícil siquiera probar bocado con el nudo en su garganta, todas las noches desde entonces la chica llora desconsolada. Pese a que ya no está atada no hay lugar alguno para escapar y es que no sabe bien dónde se encuentra, según las palabras de su vigilante ellos no están en los terrenos