Helena La vida y la muerte coexistian en en aquel lugar olvidado por Dios, el palacio cromeniano te dejaba sin aliento al momento de observar su majestuosidad, era imponente pero al mismo tiempo,aterrador y sombrío, púes ese lugar había sido el sitio de una m*****e sin precedentes, un m******o del cual pocos había logrado librarse fácilmente. El olor a putrefacción era una advertencia de que ahi se hayaba la muerte y fue a ese preciso lugar a donde me llevaron. Atravesamos una ciudad oscurecida por la desgracia y desolada por sus habitantes, en lugar de eso, vi centenares de soldados, qué montaban guardia en los edificios más altos y marchaban en contingentes hacía las afueras de la ciudad como si esperarán ser atacados. —Todo esto es por usted, majestad—se bufo el capitán, ese hombre