Ibiza
El sol nos recibe dándonos ese delicioso calor que baña nuestros cuerpos. Nos dirigimos a la villa donde pasaremos estos días que vamos a disfrutar al máximo. Al llegar, dejamos el equipaje en la entrada, pero no sabemos cómo vamos a distribuirnos en las camas son siete habitaciones, pero solo hay dos habitaciones con dos camas dobles, el resto solo tienen camas dobles. Gerardo y Mario deciden tomar una habitación con cama doble, lo mismo hacen Olga y Javier. Grecia toma mi mano y vamos a la habitación que está al lado de la principal lo que me resulta satisfactorio, aunque me gustaría dormir con Eldert, mientras Katia escoge una de las habitaciones con dos camas dobles y menciona que dormirá con Julia cuando ella llegue con el resto más tarde.
Una vez que hemos acomodado nuestras pertenencias en las habitaciones, nos arreglamos y salimos a caminar para recorrer los alrededores. Decidimos ir a una cafetería a desayunar y así aprovechamos el tiempo hasta que lleguen los demás.
Recorrer cada calle de Ibiza es un placer. Siendo honesta, no soy una chica de discotecas, pero hay algo que me atrae de esta isla. De repente, Mario anuncia que los demás han llegado, así que nos preparamos para regresar, y en ese momento, Eldert que se encontraba al lado de Evan se coloca a mi lado.
-¿Preparada para ver a Mateo con su acompañante? -pregunta, mostrándose preocupado por mí.
-La verdad es que verlo no me afecta en lo absoluto. Lo que me preocupa es su comportamiento –respondo mientras lo veo fijamente.
Supongo que las escenas incomodas vividas con Mateo, me generen un poco de ansiedad por no saber como se comportara él en este viaje, Eldert nota mi preocupación y me toma del hombro en un abrazo rápido, al verlo sé que estará a mi lado en todo momento. Veo que Grecia se acerca hacia nosotros con una sonrisa enorme.
-¿Y ustedes dos qué se traen? ¿Están saliendo o qué? -pregunta Grecia con cara de broma.
-No... -respondo rápidamente y algo nerviosa.
-...por ahora -dice Eldert viéndome, luego mira a Grecia y se aleja caminando hacia Evan.
Me quedo con la boca abierta, observando a Grecia, y más o menos puedo intuir cómo procederá a partir de este momento.
-No puedo creer que ustedes dos se estén acercando y no me lo hayas contado -dice Grecia ofendida-. ¿Ya no confías en mí o qué rayos?
-No es eso. No pienses locuras. Simplemente hemos estado coincidiendo mucho. Además, después de lo de Mateo, él ha sido un amigo y apoyo en todo momento, y tú más que nadie lo sabes.
-Mmmm... cierto. Por un momento pensé que mi gruñón se había abierto al amor- dice mientras ve a Eldert- aunque él se preocupa por ti un poco más de la cuenta -vuelve a mirarme fijamente - Así que te preguntaré sin pañitos tibios: ¿Te gusta Eldert? ¿Sientes algo por él?
-Pff... no, no veas cosas donde no las hay. Ya quieres hacer de casamentera con tus cursiladas del amor rosa y bonito. Pero te recuerdo, Grecia, que para mí el amor no es tan bonito y rosado como lo pintas. No lo olvides, y no me gusta que me presiones cuando sabes que he tenido suficiente con Mateo-digo molesta y me alejo de ella. A veces odio su mundo rosado con unicornios y conejos.
Llegamos a la villa y están los demás esperando, así que vamos y nos reunimos todos después de los saludos y las presentaciones. Efectivamente, Mateo llegó con Aitana, una modelo que es una diosa: alta, cabello largo y n***o, unos ojazos espectaculares de un verde oscuro, una sonrisa preciosa y es súper agradable en el trato. De pronto, escucho algo que no pasa desapercibido para ninguno de los presentes: Mateo y Aitana han estado saliendo de forma intermitente durante dos años y medio debido a que sus agendas chocan mucho y ella viaja constantemente por trabajo.
Así descubrí su secreto sucio, él la engaña... ¡Estúpido, cretino! ¡Este es el momento más incómodo! Quisiera que me tragara la tierra.
Siento que mi enojo y vergüenza van creciendo. Mi rabia no es hacia Aitana, ella es súper agradable; es hacia él. Después de esas escenas de celos sin sentido y el acoso que padecí por él en mi calle y en el trabajo, mientras él tenía una relación con otra persona. Siento vergüenza por ella, porque fui la otra en su relación sin siquiera saberlo. Vergüenza por haber salido con ese cretino y haberlo presentado a mis padres. Vergüenza de que todos aquí sepan de mi relación con ese idiota y ella sea la única en la oscuridad. Eldert nos propone ir a la muralla y me levanto algo pálida, sin saber cómo actuar en esta situación tan incómoda. Como no todos quieren ir al mismo lugar, quedamos en cenar cerca del puerto de Ibiza.
Camino sin rumbo y no me doy cuenta en qué momento me separo del resto. Decido disfrutar de la ciudad, organizar mis pensamientos y emociones. De pronto, siento una mano en mi hombro y, al voltear, veo a Mateo, el que faltaba.
-¿Qué? -digo, al ver que no piensa responder y solo sonríe. Quiero quitar su mano de mi hombro. -¿Soy o me parezco?
-Solo quería hablar contigo -dice algo avergonzado-. ¿Crees que podamos hablar un momento?
-La última vez que me pediste lo mismo, terminamos muy mal. Así que sé muy breve mientras seguimos caminando -digo, tratando de apartarme de él para no darle la bofetada más grande de su vida-. No quiero sentarme contigo en ningún lado a solas.
-Te entiendo y me quiero disculpar contigo -dice mientras camina a mi lado con algo de distancia-. He sido un desubicado y me porté fatal contigo.
-No solo conmigo, Mateo -digo muy seria-. Apuesto mi auto a que Aitana no sabe nada de nosotros. Gracias a Dios esto no pasó de unos besos. Aunque eso no quita que fui la otra en su historia.
-No, las cosas no son así; cuando conocí a tus padres estaba soltero, ella y yo nos separamos en ese tiempo y sí reconozco que, cuando tenía esos celos, ella apareció en mi apartamento para hablar y arreglamos las cosas. No supe manejar bien las cosas y no me pude sincerar contigo. A ella sí le conté que estaba viendo a alguien mientras no estábamos juntos -dice como si eso arreglara todo.
-Oh... gracias por aceptarle a ella un 10% de tus verdades, porque conmigo no tuviste ni la cortesía de mencionarla en su momento, ni cuando te conocí.
-Bueno, pero no debería afectarte tanto. Al final del día, no sentías nada por mí. Todo lo echaste a la basura en un abrir y cerrar de ojos -dice el muy idiota en su papel de víctima-. Solo quiero estar bien contigo y ser amigos, como me dijiste la última vez. Quiero disfrutar de estas vacaciones con mi mujer y mis amigos, no quiero problemas.
Sera cara dura el muy cretino, pero lo bueno de esta conversación es que se acabó el acoso por su parte. Me sentiré más segura, pero igualmente me mudaré del piso.
-Tienes razón, seamos amigos. Espero que seas sincero con ella en todo momento. Ahora podré hacer mi vida sin sentir la presión de que te meterás en mi trabajo - digo, tendiéndole la mano. - Igualmente, agradezco tus palabras. Disculpa si en algún momento te hice sentir mal con mis actos o comportamiento.
-Gracias y disculpas aceptadas. Volvamos -dice él, mirando a su alrededor como si tratara de ubicarse-. Te separaste del grupo y algunos salimos a buscarte.
Mientras caminamos, nos encontramos con Evan, y así se une el buen humor a esta caminata. Entre chiste y chiste, volvemos a la normalidad o, por lo menos, no es tan incómodo estar cerca de Mateo. Al llegar con el grupo, Grecia me toma del brazo y me lleva junto a Kat y Olga. Frente a las otras dos, Grecia me dice: "Cuéntalo todo, ahora mismo". Así que, no muy lejos de los demás, les cuento lo conversado con él, y ellas tienen ganas de matarlo a él y a mí. De pronto, llega Aitana con Julia y se sientan con nosotras. Entonces, hablamos de cosas de chicas.
A lo lejos, veo que llega Eldert, buscándome con la mirada. Cuando nuestras miradas se encuentran, tengo ganas de arrojarme a sus brazos, pero al mismo tiempo siento que no es una buena idea. Veo que él me hace una seña de que revise el celular. Cuando lo veo, me doy cuenta de las 25 llamadas perdidas de él y sus 20 mensajes, así que solo le respondo:
"Me encontré con Mateo, hablamos y todo quedó muy claro. Quiero estar contigo a solas. Necesito tu compañía, pero no quiero levantar sospechas."
Su respuesta "Eres muy especial para mí."