Sábado.
Hoy vine lo más casual que puedo la verdad, unos jeans claros, una camisa blanca, un blazer y zapatos de tacón beige, el cabello suelto obviamente, me gusta hacer rabiar a Grecia, debido a que a ella le gustan las ondas de mi cabello. Mi maquillaje es muy natural, solo uso rubor, rizador de pestañas y labial, no soy de esas que tienen un estuche profesional en casa, aparte me gusta estar lo más natural posible.
Sábado de oficina, si…esto para mí es un sueño, aunque tengo que admitir que me ha gustado ser aeromoza, pero lo mío son los números, me he puesto al día con el administrador y sacamos bastante trabajo adelante, él dice que necesitaba ayuda desde hace dos años y que nadie se preocupaba en dársela solo se quejaban de su trabajo atrasado, me entere que el administrador de la central es un cretino que no hace nada.
A la una entra Julia a buscarme para ir a comer y le pido que me de media hora que una vez que termino aquí me puedo ir a casa y prefiero terminar, ella empieza a conversar con Evan que acaba de entrar. Mi móvil empieza a sonar y se quién es, mi prima no tiene reparo en acosar telefónicamente si ella lo considera necesario.
-¿Dónde estás?
-eh…¿en la oficina?
-MADISON ESTELLE, quiero que me expliques el motivo por el cual sigues en la oficina.
-Grecia Lucia, porque quedamos en que Mateo nos pasaba buscando apenas termine y lo estamos esperando, mientras aprovecho para terminar acá y si continuas texteándome no saldré nunca de acá.
-No me llames por mi nombre completo sabes que no me gusta.
-Tú empezaste, así que te jodes.
-Omitiré tu insubordinación hacia mi persona.
-Ja, ja,ja, no me hagas reír que tú eres la menor.
-Auch…eso me dolió, abusadora. Esta noche te toca pagar la cena.
-En tus sueños, enana. –odia que la llamen enana.
-No te molesto más para que te desocupes rápido, ando con Eldert, te disculpo por la tontería que me has dicho, chau.
Me ha colgado la muy desvergonzada.
Luego de media hora llega Mateo, cuando vamos al parking Mateo y Evan tienen miedo de subirse a mi coche y más si conduzco, puff…por favor, soy la mejor conductora de la historia (no cuentan mis dos accidentes de tránsito, que de verdad uno si fue mi culpa pero nunca lo diré en voz alta).
-Vamos, no sean nenazas, tengo hambre y con hambre soy peligrosa.
Ellos me miran más preocupados todavía, mientras Julia se parte de risa por sus caras.
-Hombres. Son todos unos machistas, y de los malos porque no tienen cojones para subirse a un coche conducido por una mujer, ves Julia y tu diciendo que vamos protegidas, cuando seremos nosotras cuidando de dos nenazas.
Reímos como unas locas de ellos, mientras siguen asustados pero se suben, Evan va a mi lado, Julia y Mateo atrás. Cuando vamos avanzando no sabemos a dónde vamos y le digo a Evan que llame a Grecia desde mi móvil y lo hace.
-Loopsita ¿Dónde están?
-Soy Evan, Maddy está conduciendo y no quiere hablar contigo.
-Mentiroso- grito para que escuche.
-Activa el altavoz Evan por favor- lo hace rápido.
-Listo.
-Vamos al bar de siempre, le dije a Katia, por cierto ¿la puedes pasar buscando?
-No hay problema, envíame la dirección por mensaje y ahí estaré dile que voy a por ella que me espere en el portal.
-ok. Dalo por hecho, ella ya está lista pero cuando me aviso ya habíamos llegado al bar y Gerardo tenia rato esperando así que a mover ese cu…erpo.
-No tengo problema en acelerar el coche, pero ando con dos nenazas que tienen miedo de ir en un coche conducido por una mujer.
-No te lo puedo creer, ¿Mateo de verdad eres una nenaza? De Evan me lo esperaba por lo que me cuenta Eldert.
-Oye, fue la impresión…las mujeres no deberían conducir, aunque Maddy conduce bien, por lo menos seguimos vivos-dice Evan riendo.
-Madison conduce bien, pero tienes que admitir que la mayoría de los accidentes de tránsitos son por mujeres-dice Mateo.
-Hey, solo he tenido dos accidentes de tránsito en mi vida, me caías bien Mateo, te pondré en mi lista negra –mientras nos vemos por el espejo retrovisor.
-Bueno déjenme decirles que Maddy es muy buena conductora, podría contaros unas cuantas anécdotas de ella.
-Grecia, para. No digas ni una palabra más.
-Ok. Bueno nos vemos en…
- En veinticinco minutos, chau.
El primero en hablar es Evan.
-Cuenta lo más loco que has hecho al volante.
-Deja de ser tan metomentodo y dime la dirección.
Siguen tratando de averiguar que paso ese día, juro que mataré a Grecia cuando la vea, Katia se sube rápido y vamos camino al bar, hacemos la breve presentación y Evan sigue empeñado en cuente lo más loco que he hecho al volante, pero soy una santa, así que me quedo callada.
Mateo trata de conversar conmigo, pero hay mucha gente y quedamos en hablar después. No se ha dónde va este rollito con Mateo, me da un poco de miedo iniciar una relación y perderme nuevamente.
Luego de comer, que estaba buenísimo todo (Dios…amo comer, que no paro de comer, mi metabolismo funciona bien). Solo de pensar en todo lo que comí, sé que no podré tomar postre.