Capítulo 19

1335 Words
Después de recibir ese mensaje, lo veo con una sonrisa tonta. Él sigue conversando con los demás, pero su mirada me transmite lo que está pensando; suena absurdo, pero entiendo todo. Siento un leve codazo y cuando me doy cuenta, todas me observan, esperando una respuesta. —Disculpen, estaba distraída —digo sonriendo y sintiendo cómo el rubor sube a mis mejillas—. ¿De qué me perdí? —¿Te gusta alguno de los caballeros de allá? —pregunta Aitana—. ¿Cuál de todos es el afortunado? —Ninguno, simplemente me distraje después de recibir un mensaje y, casualmente, levanté la mirada y los vi justo enfrente —trato de escapar de la situación, mirando a Grecia con ojos suplicantes; ella estaba pendiente de mis movimientos. A pesar de que sigue molesta conmigo, cambia el tema, sugiriendo que nos divirtamos esta noche. Si ellos no quieren acompañarnos, mejor, será una noche de chicas. Evan se acerca a nosotras para averiguar cómo estamos y de qué estamos hablando, pero como siempre, se coloca junto a Grecia. Hace un rato que noto que hay algo pasando entre ellos, pero nadie me ha dicho nada. Preguntaré después. —Bueno, chicas, solo quería informarles que tienen la noche libre, nosotros vamos a un bar para discutir ciertos asuntos —dice Evan con una sonrisa encantadora, dirigiendo su mirada constantemente hacia Fiusha—. Pero si no quieren quedarse solas, solo díganme y con gusto las acompañaré. —No será necesario —afirma Olga—. Merecemos una noche sin ustedes y sin tener que preocuparnos por que se metan en problemas. ¿No es así, chicas? —¡Síííííí! —respondemos todas al unísono. Evan parece desconcertado y cuando me mira, solo encogí los hombros antes de que se alejara hacia donde estaban los hombres, para informarles que después de la cena, nosotras tendremos nuestra noche de chicas. Las expresiones en los rostros de esos caballeros son simplemente hilarantes. Me pregunto si creían que solo hacíamos pijamadas y ya, pero no es así, chicos. “¿Por qué no se unen a nosotros? Aunque, sinceramente, me gustaría pasar esta noche contigo.” Después de un mensaje tan revelador, no puedo evitar echar un vistazo rápido a su expresión. “No es que no quiera estar contigo, pero necesitamos ser discretos; Grecia está empezando a sospechar y no quiero que nadie se entere de nosotros.” Le respondo y solo recibo un “ok.” como respuesta. *** La villa se dividía en dos ambientes: uno femenino, con mimosas para calentar mientras nos arreglábamos en la habitación de Julia y Kat, y otro masculino, donde ellos ya estaban listos, tomando cervezas en el área de la piscina, esperando por nosotras. Cuando finalmente nos reunimos con ellos, sus expresiones eran dignas de risa. Estábamos vestidas de manera sensual y elegante al mismo tiempo. Brindamos todos juntos por el comienzo de estas vacaciones que apenas iniciaban. Una vez terminadas nuestras bebidas, nos preparamos para salir a divertirnos. Sin embargo, ellos intentaron persuadirnos para acompañarnos a la discoteca. No obstante, no cedimos ante su insistencia, aunque accedimos a que fueran a un bar cercano a la discoteca y luego regresáramos juntos. Solo eso. Una vez dentro de la discoteca, el ambiente vibraba con energía al ritmo de la música. Las luces destellaban en distintos colores, iluminando la pista de baile y anunciando la diversión nocturna del momento. Los altavoces bombearon la música, envolviendo a todos los presentes en su contagioso ritmo. El aire estaba impregnado con una mezcla de fragancias: un cóctel de perfumes exóticos, sudor y el dulce aroma de las bebidas tropicales que se servían en la barra. Las conversaciones resonaban como un murmullo constante, intercalado con risas y alegres gritos de júbilo. Los cuerpos, iluminados por las luces, en su mayoría vestían atuendos audaces y elegantes. Se contorsionaban y movían al compás de una danza única. Algunos bailaban con pasión desenfrenada, mientras que otros preferían movimientos más sensuales y sincopados. Los sofás y los rincones oscuros ofrecían espacios de descanso para aquellos que necesitaban un breve respiro del frenesí de la pista de baile. Las mesas estaban adornadas con bebidas coloridas, acompañadas de paraguas y rodajas de frutas. En un rincón, el DJ en su cabina ajustaba los niveles de energía de la música, guiando las emociones de la multitud con sus mezclas expertas. Las luces estroboscópicas parpadeaban en sincronía con los latidos de la música, creando un efecto hipnótico que mantenía a todos en movimiento. Finalmente, decidimos ocupar un rincón donde había sofás disponibles. Sin embargo, la música era demasiado atractiva y opté por ir a la pista de baile junto a Grecia, Kat y Olga. Los hombres se acercaron automáticamente para bailar con nosotras, así que nos dejamos llevar por el ritmo. Después de un tiempo, decidí sentarme con Julia y Aitana para revisar mi celular. Mientras lo hacía, noté un mensaje de Eldert. "Si me necesitas, no dudes en decírmelo y estaré ahí. Me gustaría estar contigo y tenerte cerca", a lo que respondí rápidamente: "Estamos bien. Si te necesito, claro que te llamaré sin pensarlo. Trata de disfrutar con los demás. Ya tendremos tiempo de estar juntos luego." Siento que Eldert está tomando esto muy en serio. No quiero arruinar todo con él, pero hace poco fue lo de Mateo y parece que él no comprende lo que es la discreción. Aunque al mismo tiempo lo entiendo; si él estuviera aquí, ya estaríamos en la pista de baile, nuestros cuerpos lo más cerca que la ropa nos permita, y nos estaríamos besando. Dios, besa de tal manera que siento que una corriente eléctrica me recorre de los pies a la cabeza, y eso es quedarme corta. En ese momento, Julia se va a bailar con un chico que la invitó a la pista, y yo me quedo con Aitana. Charlamos mientras nos movemos al ritmo de la música desde nuestros asientos. -Madison, quería hablar contigo sobre algo que he escuchado - dice Aitana. Dejo de bailar y me pongo seria sin ser amenazante. -Por favor, dime Maddy - digo tratando de actuar con normalidad. -Julia me contó que tuviste una relación fallida recientemente- dice ella con timidez. - ¿Qué es exactamente lo que quieres saber? -pregunto. -Solo me preguntaba si tu relación fue con Mateo. -Seré directa porque mereces estar al tanto de todo y no estar en la oscuridad, pero también necesito que escuches todas las versiones que necesites antes de tomar una decisión en caso de que sea necesario - digo. Luego le cuento cómo sucedieron las cosas con Mateo: solo fueron besos, cómo conoció a mis padres porque según él iba en serio, sus ataques de celos hacia mí con Eldert y cómo reaccionó cuando puse fin a todo sin saber de la existencia de ella. No sé cómo interpretar su expresión mientras le cuento mi experiencia. Supongo que él le contó su versión y otros chismosos proporcionaron otra versión. Veo cómo sus ojos se llenan de lágrimas mientras escucha todo. -Gracias por tu sinceridad, eres una buena chica, Maddy- dice mientras se enjuga algunas lágrimas- Pero te pido por favor que te mantengas lo más alejada de él. -Él te pone los cuernos con otra persona y tú ¿limitas a otra persona que cae en la trampa de tu novio como si él fuera un santo? - digo un poco molesta y dolida. -Esto es demasiado. Solo te diré que a tu novio no me acercaré ni con un palo de por medio. -Perfecto. Estoy trabajando en mi relación y no la arruinarás. Agradezco que entiendas y, al mismo tiempo, que Julia me haya contado sobre su pasado “rollito”. Sin poder soportarlo más, me levanto de mi asiento y me dirijo directamente a la barra para pedir un trago que bebo como si fuera zumo de naranja. Necesito salir de aquí lo más pronto posible, y eso es exactamente lo que hago.
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