¿Somos... o no somos?

Capítulo 7

Esa noche luego de despedirnos de todos, nos quedamos hablando Mateo y yo, llevo mas de un mes trabajando en la aerolínea e invierto mi tiempo libre como asistente administrativa, por ende he compartido mucho con Mateo, él me ha dicho que me ha contado más cosas que a cualquier otra persona y que siente interés en mi, lo que hace que dé cuatro pasos atrás, siento que si me dejo llevar por mis sentimientos que en este momento son un caos total, esto va a ser un verdadero desastre, además del huracán de preguntas que no paran en mi cabeza ¿Qué ve él en mi? ¿realmente siente eso que dice? si todo esto es como el lo dice ¿me perderé nuevamente en otra relación haciendo todos los cambios que él quiera en mi? ¿me verá como una mujer fácil y accesible?

Dios en mi cabeza pasan tantas preguntas a las que no tengo respuesta y peor aún siento algo de miedo, esto va muy rápido.

***

Empezamos a hablar del viaje y lo corrimos por unos 15 días porque Gerardo nos comunicó que estaría libre para esa fecha con piloto privado y así todos disfrutaremos del viaje.

Evan y los muchachos invitan a Mateo al viaje y él accede, Mateo y Evan son muy amigos. Tengo mi sonrisa de idiota al saber que también va a Ibiza. El para esa fecha tenía programado un viaje a su país.

Pasamos una tarde agradable todos juntos, no me di cuenta en que momento Gerardo y Mario se fueron, Julia se está despidiendo al igual que Eldert y Evan. Seguimos conversando de todo un poco y de pronto Katia y Grecia se despiden de nosotros, se fueron en una actitud bastante sospechosa, no me pareció tan extraño. Una vez a solas vemos cómo se van entre risas y miradas, ya sé que traman, andan de celestinas.

-Ahora somos tú y yo –dice él entre risas.

-Sí, quedamos solos.

-¿Tienes algo que hacer esta noche?

-La verdad es que no, no tenía nada que hacer.

-¿Quieres ir al cine?

-Pues eso depende

-¿De qué?

-De que si es una película de terror, no. Me pongo fatal en ver esas películas siempre mis acompañantes terminan con las marcas de mis uñas en su piel, a un primo una vez lo deje tan mal, que mi tía pensó que se rompió un vidrio con el brazo.

-Podemos ver cualquier película, me gustan todos los géneros. Podemos ver que están pasando y tomamos una decisión, ¿te apetece?

-¡Es un excelente plan!

Salimos del restaurante y subimos al coche hablando, de verdad que con él me la he pasado súper increíble. Vemos una película de acción, fue buenísima y ni hablar de la compañía. La verdad es que no quiero que la velada acabe.

-¿Quieres cenar? Es tarde y no quiero que llegues a tu casa con hambre sería algo muy descortés de mi parte.

-Está bien, acepto la invitación a comer, pero esa vez invito yo.

-No, eso sí que no. Imposible, impensable y no lo permitiré.

-Eres un caballero, pero de verdad me sentiría cómoda que esta vez me encargue de la cuenta.

-Veremos, ¿Qué te apetece comer?

-De verdad cualquier cosa, como de todo- pienso un momento y digo con mi sonrisa- Pizza, eso quiero, ¿te gusta la pizza?

-Pensé que me dirías que querías sushi o algo así.

-Te lo diría pero la verdad es que me llenaría de momento, y prefiero una pizza con una cerveza si soy sincera.

-Siempre se sincera, eso me agrada. Me gusta tu idea de pizza.

Entramos en la pizzería donde me dijo que me comería la mejor pizza de Madrid, y así fue. La pizza estaba de muerte lenta, exquisita.

-Bueno, ya es tarde señorita y es hora de que este en su casa.

-ja, ja, ja, ja, pues estoy bien acompañada, además hoy te dejare en tu casa para asegurarme de que llegues bien. Así que…andando al coche.

Después de discutir durante treinta minutos, da su brazo a torcer y gano.

-Eres muy cabezota cuando se lo propone señorita Palop.

-Créeme que nadie me gana en cabezonería, pero usted no se queda atrás señor Santamaría.

***

Llego a casa y todas las luces están apagadas, eso me extraña debido a que a esta hora ya debería estar Fiusha para hacerme un grado 33, voy al cuarto y me desvisto para darme un baño. Una vez tengo puesta la pijama me pongo a pensar en la actitud de Fiusha y Kat, está más que claro que esas dos estaban de celestinas y me las pagaran… mejor lo dejo así, la pase genial con él…

¡Mierda!

No le avise que llegue, rápidamente busco en mi bolso el móvil, estoy tan concentrada escribiendo que no me doy cuando esas dos locas entran en la casa con la sonrisa del guasón en el rostro y cuando saltan en mi cama dicen.

-Así que…-dice Katia.

-¿Qué tal te fue? Queremos todos los detalles –dice Grecia.

Di un brinco que salto en la cama del susto y mi móvil vuela por el cuarto hasta estrellarse contra el piso.

¡¡¡JODER!!!

Por la distancia y la fuerza de la caída creo que mi hermoso iPhone pasó a mejor vida. Cuando estoy a punto de gritar a este par suena mi móvil indicando que tengo una llamada entrante, las tres lo vemos y luego nos vemos, nuestras miradas solo dicen una cosa…quien alcance el móvil gana, así que las tres nos lanzamos al piso para obtener el móvil, lo tiene Katia y estoy forcejeando con ella y sin darnos cuenta aceptamos la llamada y se escucha al otro lado el “Madison ¿estás ahí?”, esa es mi oportunidad de tomar el móvil y correr al baño para poder hablar sin las metomentodo.

-Sí, disculpa Mateo.

-¿Estabas corriendo una maratón? Te escucho como alterada.

-No, solo que estaba en la cocina y Grecia me asusto.

-Ah, ok.

-Disculpa que no te avisara apenas llegue, es que me di un baño y cuando encendí el televisor me acorde que me pediste que te avisara que había llegado, quería disculparme, es la costumbre de que nadie me pregunte eso.

-Tranquila, te entiendo. Estaba algo preocupado porque no me escribías, tu piso solo queda a diez minutos del mío y no diste alguna señal de vida.

Hablamos por cinco minutos más y quedamos en escribir mañana. Cuando salgo del baño, me enfrento al interrogatorio de ellas, al final les cuento lo que hablamos; él me conto un poco de su vida, se casó a los veinte años y el matrimonio solo duro dos años, a los veintitrés se vino a vivir a Madrid, para olvidarse de todo, el primer año en España fue piloto privado para el dueño la aerolínea, obtuvo el puesto de Gerente general de la aerolínea a los años, es un chico preparado con tan solo veintinueve años, es sumamente guapo, el hombre perfecto para que negarlo, me hablo de sus sueños, sus metas y como se esfuerza para obtener sus propósitos, según él en el amor no tiene suerte o por lo menos no ha encontrado a la indicada.

De verdad hay mujeres que no entiendo, tienen a un hombre como Mateo y prefieren ser infieles, ¡¡¡ESTAN LOCAS!!!