Julio, a solo quince días para las aclamadas vacaciones y estoy feliz…súper feliz, al regresar de mis vacaciones empezare tiempo completo en el departamento de administración, aunque el señor Carlos y el señor Máximo insisten en que continúe como aeromoza, les dije que lo hare solo los fines de semana o en caso de falta de personal entre semana. Hoy no almorzare con Mateo por una reunión a las dos de la tarde programada por el dueño (por eso todos corren de un lado a otro, tipo “sálvese quien pueda”), así que lo veré en la noche para cenar, pero todo depende de la duración de la reunión o el nivel de estrés con el que él salga de ahí, tengo mes y medio saliendo con él, por primera vez entiendo a Grecia en eso de estar en la nube rosa y pensando en arcoíris y ponis rosa, pero como nada es perfecto me toca almorzar sola, las chicas están de servicio y ni muerta almorzaría con Mariana, ella realmente me odia y no sé el por qué.
A eso de las tres voy a almorzar a el restaurante que está cerca del aeropuerto, apenas tomo asiento me siento observada, al voltear veo a Eldert en la puerta del restaurante, se acerca a mí a paso lento, Dios… a veces pienso que hay que pagar por ver a ese hombre sonreír debido a que su sonrisa es escasa, pienso que no le caigo bien, sé que no soy monedita de oro para agradarle a todos, pero a veces resultaba incomodo que él sea tan serio.
-Hola.
-Hola, ¿esperas a alguien?
-No, la verdad es que no.
-¿Me puedo sentar contigo? Es que no me apetece comer solo.
-Oh, siéntate. A mí tampoco me apetecía comer sola pero parece que hoy todo el mundo anda ocupado.
-Pues yo no, me paso lo mismo que a ti. Por cierto, ¿Qué tal va todo como Mateo?
-Bien.
Se hizo un silencio incomodo, es que no siento confianza como para contarle mis cosas a él, me cae bien y todo, pero es tan serio que no sé qué pensar de él. Creo que se da cuenta de lo incomodo de su pregunta y me regala su sonrisa de medio lado.
-Sé que no es mi problema, pero me caes bien. No entiendo el por qué parecemos dos extraños cuando hemos hablado en muchas oportunidades.
-¿Quieres una cruda verdad o una hermosa mentira?
-La verdad, odio las mentiras.
-Somos dos, bienvenido al grupo. La verdad es que eres tan serio conmigo que pienso que te caigo mal, no sé si es por qué digo lo que pienso y la mayoría de las veces no matizo las cosas al decirlas, me caes bien, pero me intimida tu actitud de hombre de máscara de hierro, ojo, cuando digo máscara de hierro no es porque piense que eres falso solo que pienso que es la imagen que quieres mostrar a todo el mundo; antes cuando Grecia me hablaba de ti pensé que eras pura sonrisas pero al conocerte pensé -¡wow! …este tío es un robot, no el hombre del que Grecia me hablaba todo el tiempo, tengo que reconocer que me lo he tomado hasta un poco personal…
Al ver que él me miraba sorprendido me di cuenta que no he parado de decir lo que pasa por mi cabeza a gran velocidad.
-…creo que debería cerrar mi bocaza, no debí decir lo que pensaba de esa forma, disculpa si mis palabras te incomodaron o te hicieron sentir molesto, entendería que me mandes a freír espárragos.
De pronto, suelta una carcajada, de verdad debería existir un manual para entender a un hombre; pueden ser básicos la mayoría de las veces pero otros momentos pueden ser bien complejos.
-De verdad me agradas, eres muy maja. Pido disculpa por hacerte sentir así, no es mi intención, cuando estoy en el trabajo suelo ser muy serio y callado, lo admito.
-Uff… bueno, debido que hemos aclarado que nos agradamos, ahora podemos charlar.
-Bueno, pero primero vamos a comer algo, muero de hambre.
Hablamos durante todo el almuerzo hasta a las 4.30h, él tenía un vuelo programado para las seis así que fue a hacer una diligencia rápida e iba al aeropuerto.
Caminaba pensando en mis padres, tenía semanas que no los veía y seguro que mi madre no me dirigirá la palabra por un mes, en cambio mi padre hablara conmigo de lo importante que es la comunicación y de la importancia de la familia; los amo, me comunico dos veces por semana como mínimo, pero no los visito muy seguido que digamos. Ellos dejaron su vida en Barcelona solo porque Grecia y yo nos empeñamos en estudiar en Madrid, así que a los dos años de nosotras estar aquí, ellos también se mudaron para cuidar de sus niñas. A veces pienso que el deber de los hijos es hacer trastadas y ocasionar disgustos a sus padres, y el deber de los padres es sobreproteger y preocuparse demás en los hijos.
-¿Aló?
-Hola papá, ¿cómo estás?
-Molesto con mis niñas, ¿Cuándo vendrán a vernos? Creen que por ser mayores de edad no tienen padres.
-Papá no te enojes te llamaba para decirte que voy camino a la casa para veros.
-¿y Grecia?
-Tiene un vuelo programado para las 21h y todavía no ha llegado de Sevilla, así que hoy no vendrá; pero antes de irnos de vacaciones vamos las dos a veros, lo prometo. ¿Quieres que lleve la cena o pedimos algo desde casa?
-Ven a casa y aquí vemos donde cenamos.
-De acuerdo papá, busco el coche en casa y voy directo para allá.
-Coge un taxi y yo te llevo más tarde a tu casa.
***
Una vez en casa de mis padres, el sermón no fue normal; quede asombrada con mi madre, ella es bastante peculiar, ella deja que uno cometa sus errores y aprenda de ellos, está pendiente de todos nuestros movimientos, no juzga, solo opina cuando de verdad no está de acuerdo con algo, quien ve a mi mama a veces pensara que es muy seria y nada cariñosa ¿Qué haría yo si mi madre no fuese Elisa? Eso es imposible, amo a mi madre, es una gran amiga, confidente, juez, verdugo, madre, esposa, es una gran mujer a la cual admiramos desde pequeñas, cuando teníamos nuestros problemas o estábamos algo deprimidas, mamá siempre nos sacaba una sonrisa todo el día, llegaba a ser tan niña como nosotras; eso sí, cuando nos tenía que disciplinar era dura, estricta, todo por nuestro bien, por hacernos unas mujeres de bien y forjarnos un lugar en el mundo por nosotras y para nosotras. Ella nunca te reclama algo, hasta hoy…
-MADISON ESTELLE… -me mira muy seria mientras la abrazo y le doy mi mejor mirada de cachorrito abandonado y hambriento en una fría noche- te has acordado de que tienes madre.
La sigo mirando de esa forma, sé que cederá a mis ojitos y mi pucherito. Sí, me he olvidado de ellos desde hace dos meses y medio, sin contar de que no les conté que cambie de trabajo y se enteraron por el señor Luciano, sé que mi padre apenas se enteró le contó a mi mamá, pero ni de coña me llamo a mí.
-Mami, yo nunca olvido que tengo una madre fuera de serie, la mejor de todas. Te amo mami. Disculpa que no te visite tan a menudo como antes, he estado algo full de trabajo y tengo tanto que contarte.
-Puedes empezar por contarme tu cambio de trabajo y diciendo por qué rayos no me lo has contado desde el principio.
Mi madre nunca ha cambiado su acento venezolano, eso me gusta, en la infancia siempre se burlaban de nosotras por nuestro acento, pero me gusta mi acento y no lo quiero perder nunca.
Cuando empiezo a contarle TODO lo que me ha pasado en este mes, suena mi móvil.
-Mami es él, disculpa…-me alejo para poder atender la llamada- Hola Mat.
-Hola Maddy, ¿Cómo estás?
-Bien….
Mi madre no puede evitar interrumpirme y decir algo para que él escuche.
-Madison, invita a tu amigo a cenar, sé que es algo tarde pero es mejor acostarse con algo en el estómago. Dile, dile que me gustaría conocerlo.
¡¡¡TRÁGAME TIERRA Y ESCÚPEME EN JAPÓN!!!
QUE VERGÜENZA. Pero sé que si no lo invito mi mamá va a empezar a molestar con querer conocerlo, así que…
-Mat, creo que ya has escuchado a Doña Elisa, tienes que venir a cenar con nosotros, al menos que este muy cansado y… sé que es tarde pero sería estupendo que vengas, así mi madre dejará de someterme a un grado 33 y después empiece el sermón mínimo hasta las tres de la madrugada.
Mateo se ríe. Activo el altavoz, debido a que mi mamá así lo quiere.
-En realidad voy saliendo de la oficina y no he comido nada en todo el día, acepto si dejan que lleve la cena.
-No lo permitiré, tu ven que yo me encargo de la cena, no será uno de mis guisos por la hora pero comerás algo decente muchacho.
Esta juventud perdida que se matan en el trabajo todo el día sin comer, Agapito en nuestra época no era así, estos chicos hoy por hoy morirán de inanición o con esas cosas fitness que solo los dejan en los huesos…
Se aleja dando el discurso del año y mi padre pone los ojos en blanco, sabe que no parara en toda una semana con ese tema.
-Disculpa a mi madre, a veces es un poco exagerada.
-Tranquila, sabes que para mí es un placer pasar tiempo contigo.
-Sé que debes estar cansado y quieres descansar pero…
-Shhh… no hay problema dime la dirección y hablamos allá, es la hora de conocer a tus padres.
Nos reímos un rato y le digo la dirección. No es la primera vez que hablamos de eso, en realidad Mateo me ha insinuado en más de una oportunidad que quiere establecer una relación conmigo, pero me pongo tan nerviosa que logro cambiar el tema. No es que no me guste él, en realidad me gusta mucho, pero una relación no me lo tomo a la ligera, es algo que analizo con detenimiento, esto es dar un gran paso en esto que está pasando entre Matt y yo.
Que tramara Elisa, que nervios.
¡QUE DIOS NOS AGARRE CONFESADOS!