Capítulo 17

1323 Words
Llegamos a casa de mis padres, conocieron a Eldert y Evan, papá no les hizo el interrogatorio de rutina. Durante toda la comida el intercambio de miradas con Eldert fue intenso, cargado de mucha tensión s****l, pero tuvimos que disimular porque estábamos acompañados, al llegar la noche nos despedimos de mis padres y prometemos volver todos nuevamente a comer al regresar del viaje. Camino al apartamento me doy cuenta que no he comprado las cosas que faltan para el viaje, asi que lo digo, pero Evan, Katia y Grecia solo quieren llegar a dormir así que Eldert se ofrece a acompañarme a comprar las cosas debido a que últimamente no me gusta estar sola y además hay cosas que queremos hacer sin testigos, los demás nos dan una lista para comprar las cosas que le faltan. Así que salimos y realizamos las compras a una velocidad absurda, al entrar al coche siento que no aguanto más el olor de su loción me está volviendo loca, así que cuando veo que se va a colocar el cinturón de seguridad tomo su cara con mis manos y lo beso, un beso suave que sabe a deseo, el responde al mismo y el beso se vuelve más voraz y más necesitado, en este momento lo necesito. Me siento a horcajadas encima de él, sus manos van recorriendo mi cuerpo, su tacto me lleva al éxtasis, sus labios son irresistiblemente dulces y adictivos, este hombre es capaz de borrar mis miedos solo tocando mi cuerpo, y pensar en todo lo que podemos hacer me vuelve posesiva. Al ver que no podemos seguir haciendo esto en el estacionamiento, decidimos ir a un hotel rápidamente, y dejarnos llevar por la pasión. Dos horas después entramos en su apartamento y encontramos a Katia en el salón tomando té, al vernos ella pregunta cómo nos fue. -Muy bien, compramos todas las locuras que estaban escritas en su lista y Eldert me ayudo con las cosas de Evan. -No se me dan muy bien las cosas femeninas, pero ella me enseño muchas cosas que son importantes para ustedes las mujeres – dice Eldert, viéndome con humor porque le enseñe otras cosas que no eran cosas que compras en un almacén. -Qué bueno que lograron comprar todo, pero tenemos una situación irregular aquí – dice Katia. -¿Qué pasó? – se preocupa Eldert. -Grecia y Evan se quedaron dormidos en la misma cama y no logré despertar a ninguno, tiene el sueño pesado –dice Katia riendo. Vamos todos al cuarto para ver semejante escena, parecen dos estrellas de mar en una cama, tomamos una foto de ese momento, Eldert trata de levantar a Evan y este gruñe y abraza a Grecia y está muy feliz tambien lo abraza, pues tomamos más fotos. Separamos las cosas de cada uno y los tres guardamos nuestras pertenencias para terminar de alistar nuestras maletas. -Creo que les toca dormir en mi cama, dormiré en el salón – dice Eldert. -Tu cama es grande, podemos dormir los tres en la misma cama, si no tienen problema – dice Katia, viéndonos a los dos – Debes descansar porque Evan dijo que tu conduces mañana, así que duerme más cómodo, lo único es que tengo que dormir en un borde, tengo vejiga infantil. -Por mí, no hay problema. Podemos hacer una muralla de almohadas si quieres para que te sientas seguro – digo. -No las quiero incomodar, descansen ustedes acá y yo duermo afuera – dice Eldert. -No incomodas, además nosotras estamos invadiendo tu cama – digo riendo –tranquilo que no vamos a abusar de ti. Katia y yo terminamos de convencerlo, asi que colocamos una almohada de separación entre él y yo, porque soy la afortunada de estar en el medio, a mi izquierda Katia ya está acostada y a mi derecha está el protagonista de mis sueños más vividos. Estamos tan agotados de esos dos rounds de sexo que dormimos rápidamente. Mis sueños no me ayudan, en nada, hasta en mis sueños Eldert es mío. Siento como si me intentan mover, pero me aferro a la almohada y me quejo, no me gusta que me despierten. -Déjame dormir, estoy cómoda y estoy soñando muy rico –digo mientras coloco boquita de pez como si besara a alguien, escucho risas- ¿Qué pasa ahora? Dejen dormir… -Loopsi, es hora de arreglarnos para el viaje – dice Grecia que está sonriendo junto a Kat y Evan, lo noto porque logro abrir un ojo. -Sabes que odio que me levanten, déjame dormir cinco minutos más, estoy agotada – digo cerrando mis ojos y aferrándome a la almohada, pero… Abro los ojos de golpe, no estoy abrazada a una almohada sino al cuerpo de Eldert, levanto mi mirada y lo veo, tiene una sonrisa preciosa y muy sexi, asi que lo suelto y me siento en la cama, pidiéndole disculpa por abrazarlo mientras los demás se ríen a carcajadas. -Dormí muy calentito, muchas gracias Maddy, no te disculpes más –dice él sonriendo, mientras se levanta y me pregunta - ¿quieres café o zumo de naranja? Son las 4:30am. -Café, por favor –digo tapando mi cara con las manos. Las chicas no dejaron de carcajearse de mi escena esta mañana, tenía al pobre de Eldert sujetado con los brazos y la pierna, parecía una osa panda agarrada de un árbol, que vergüenza. Lo bueno es que nadie sospecha de lo nuestro, las chicas saben que yo al dormir abrazo una almohada, asi que nos alistamos para el viaje, Evan está hablando por teléfono con Gerardo para la logística del viaje. Una van paso por nosotros para estar más cómodos y por las maletas porque somos cinco. Al llegar al hangar, donde nos esperan Gerardo, Mario y los demás, suben el equipaje en bodega. Cuando abordamos Grecia pregunta por los demás y Mario nos indica que viajan más tarde con Mateo debido a que este tenía dos reuniones pautadas que no podía cancelar. Así que durante el trayecto vamos bromeando un poco, luego de un rato solo me quedo viendo el paisaje por la ventanilla y siento que alguien se me sienta al lado, es Olga. -¿Qué tienes? ¿Te sientes mal? Estas muy apagadita hoy – dice con preocupación, niego con la cabeza- ¿Es por el hecho de que Mateo viene al viaje? -No, realmente siempre disfrute el hecho de montarme en un avión ahora trabajo ahí, a veces pienso en que la vida da giros de 360 grados para bien, hasta lo malo lo veo como una nueva oportunidad de aprendizaje. Con lo de Mateo, no me incomoda ni mucho menos para mí fuimos muy claros en lo que sentimos y que lo mejor era terminar algo que no debió empezar nunca, o por lo menos no en ese momento. -Son muy maduros – dice ella, algo pensativa- con Javier no fue todo miel sobre hojuelas, fue un proceso duro, los celos eran parte del menú del día, hasta que en plena discusión nos dimos cuenta que viajar juntos se volvió una pesadilla, literal estábamos juntos 24/7 y era horrible, en casa no teníamos un tema sano de conversación, sino discusiones sin sentido porque hablas mucho con tal, le sonreíste mucho a tal pasajero, era horrible – cuando me ve, tiene una sonrisa en su cara – tomamos la decisión de solicitar cambios y que no nos asignen los mismos vuelos por nuestro bien y el de la empresa, todo mejoro un mil por ciento. -Wow, no sabía nada de eso- digo. -Todos tenemos vivencias diferentes, la diferencia es que no hacemos nada al respecto y si lo hacemos no lo hacemos con la madurez necesaria. Hablar con Olga siempre es bueno, su carrera en psicología la ejerce cuando habla con nosotros, con la diferencia que no pregunta mucho, pero logra hacer que todos nos desahoguemos con ella y adicional es muy discreta.
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