¿Somos... o no somos?

Capítulo 13

Algo cansada llego a Madrid, camino mientras voy riendo con Eldert después de mi gran tropiezo que casi termina en caída si no fuera por la rapidez de él; lo único que deseo es llegar al apartamento y dormir.

Eldert no para de reír por mi casi caída y más atrás también me rio del ridículo que hice, en eso veo a Mateo, está muy serio, siempre que estoy con Eldert pone cara de pocos amigos. Se acerca a nosotros y me agarra de la cintura de forma posesiva, saluda a Eldert y me besa, Eldert se despide y me dice que salude a Grecia de su parte y que me aplique algo en la rodilla y se va.

-Hola Mat – lo saludo un poco asombrada por su actitud.

-Hola. ¿Por qué estas con él todo el tiempo? – pregunto molesto.

-¿Qué es esto? ¿un interrogatorio? Estoy bien, algo agotada, gracias por preguntar.

-No es ningún interrogatorio, pero si me gustaría saber ¿Por qué diablos siempre estás de risitas con él?

-Fuiste grosero con Eldert y realmente no me gusto ver ese lado tuyo, no me la paso todo el día con él, pero trabajamos juntos así que por eso nos ves compartiendo como compañeros que somos, además es el mejor amigo de Grecia.

-¿Qué hacías con Eldert en Galicia?

-¿Por qué la pregunta?

-Responde

-Esto es demasiado para mí, una escena de celos sin motivos, paso de ti.

Me voy caminando para tomar un taxi, cuando de repente me agarran del brazo y me hace girar.

-Vamos te llevo a casa y hablamos, no me gusta verte con él todo el tiempo, eso me enferma.

-Gracias, pero no, prefiero irme sola, lo necesito.

-No seas terca y vamos al coche.

-Te dije que me voy en taxi, así que suéltame ya mismo. Aprende que cuando digo no es NO.

Me subo al taxi y voy directo a mi piso, con un pésimo humor y agotada. ¿Qué rayos le pasa a Mateo? ¿Por qué actuó así con Eldert? ¿Por qué esos celos sin sentido?

Después de esa escena incómoda con Mateo, llego a mi piso y me encuentro con Kat y Grecia con una sonrisa inmensa. Al ver ellas mi cara su pregunta fue ¿Qué paso?, solo les dije que me dieran permiso para bañarme rápido y les cuento todo.

Salgo con el pijama de mis momentos tristes y ellas obviamente se sorprenden y me tienen una copa de vino lista, y así comienza el grado 33. Me hacen preguntas como metralleta, solo las escucho, pero no me dan oportunidad de responder así que cuando Grecia dice “Responde, dí algo”, procedí a contarles lo de Mateo: como empezó todo, la ilusión que me generaba esta nueva oportunidad de salir con alguien, los feliz y algo avergonzada que estaba cuando conoció a mis padres, lo incomodo de su escena de celos con Eldert, mi desconcierto y el miedo que me dio su cara y lo confundida que me siento con su actitud en el aeropuerto.

-Vaya, vaya con el Mateo – dice Kat – obviamente dormirás con nosotras en el viaje, no permitiré que duermas con alguien con el que no te sientes segura.

-¿Qué piensas hacer con Mateo? – pregunta Grecia.

-Terminar esta relación que fue como una estrella fugaz – digo viendo el cielo por la ventana – pasajera, duro muy poco, pero me asusto mucho, creo que es lo mejor. Mantener distancia con él por un tiempo y ver qué pasa, quizás es que realmente no nos conocemos ni un diez por ciento, el viene muy herido de una relación pasada y yo traumada después de Leandro.

-Leandro es un imbécil del pasado y no permitiremos que algo así vuelva a pasar nuevamente por lo menos ya eres consciente que cuando nosotras te decimos que es lo mejor es porque vemos cosas afuera que tu no ves dentro de tu relación – dice Grecia.

-Gracias por estar siempre para mí, son las mejores amigas del mundo – digo con una sonrisa.

Nos fundimos en un abrazo las tres locas de siempre, pasamos hablando hasta las tres de la madrugada y nos acostamos en la cama de Grecia como sardinas en lata.

***

A las ocho de la mañana Grecia nos despierta con un rico café y no dice que vamos tarde para desayunar, Kat y yo estamos sorprendida de la actitud de Grecia, un día como hoy estaría destruida llorando en su cama, pero no, es todo lo contrario. Así que le hacemos caso a regaña dientes del sueño que tenemos.

En el coche nos dice que vamos a casa de mis padres y les pido no mencionar nada en lo referente a Mateo a ellos, ellas aceptan.

Cuando llegamos a casa de mis padres, ellos están igual que Kat y yo, así que le escribo un mensaje a Eldert que desde temprano me preguntó por Grecia y le envié una foto de ella, está tan impresionado como todos.

Desayunamos entre risas, chistes, regaños y juegos. Papá me pregunta por Mateo y Grecia le dice que está trabajando pero que en la noche vamos al cine, mamá se emociona.

-Es un joven muy interesante, le trajo los exámenes que pidió tu papá, hasta fueron a tomar algo juntos – dice mi madre.

-Qué bueno mami, si, él es muy interesante – mi cara debe decirlo todo.

-Las buenas relaciones son las que te llenan de ilusiones y piensas en el futuro juntos, cuando dejas de pensar en eso, todo acabo. Ni todos son como algunos burros como el Leandro, pero tampoco existen los príncipes azules, algo pasa, las conozco a las tres al dedillo, pero cuando quieran compartir conmigo sus incomodidades, dudas, miedos, amores o cualquier cosa acá las espero – dice ella mientras nos ve a las tres que tenemos esa cara de cachorrito – Agapito jamás se enterará de estas cosas de mujeres, las adoro.

-No te preocupes, mami. Sabemos que contamos con ustedes, pero por el momento no hay nada que contar, todo está bien.

Nos fundimos en un abrazo grande todas, papá llega y no entiende, pero se une al abrazo. Las madres son muy intuitivas, lo que mamá entre líneas trato de decir fue “mucho cuidado que los hombres a veces no muestran su verdadera cara a la primera”, excelente mensaje mami. Al medio día Eldert pasa por Grecia para ir al cementerio, saluda a mis padres, aunque no ha compartido con ellos aún, ella solo quiere ir con él y respetamos su decisión. En la tarde Kat y yo nos despedimos de mis padres prometiendo ir antes del viaje así que la llevo a su casa y me voy a la mía, en el portal esta Mateo esperando por mí.

-Hola – dice – estuve tocando y no obtuve respuesta alguna, te llamé y tu celular suena apagado.

-Hola – reviso mi celular y efectivamente tengo 5 llamadas perdidas de él - ¿Qué haces aquí?

-Necesitamos hablar, vamos a por algo de tomar – dice, abriéndome la puerta de su coche.

-Si, pero vamos al café que esta acá al lado.

Caminamos en silencio absoluto, estaba muy incómoda y para que decir que no cuando si me da algo de miedo estar con él después de cómo me agarro el brazo en el aeropuerto. Llegamos al café y nos sentamos en una mesa, pedimos dos cafés y ninguno decía nada hasta que hable, quería salir corriendo de ahí.

-¿De que querías hablar? Para mí todo quedo claro – digo tomando un poco de café.

-Tenemos que hablar de lo que paso ayer… ¿Qué te quedo claro? – dice con cara de no entender- Me disculpo por cómo te sujete del brazo y por lo grosero que fui con Eldert, es un buen tipo, pero los he visto juntos y siempre están riendo y me dan estos celos estúpidos, lo siento.

-Entiende que trabajamos juntos y nos llevamos bien, además es amigo de Grecia, yo acepto tus disculpas, pero te toca disculparte con él. No sé de qué va tu escena de ayer, pero te dejaré claro algo, puedo tener los amigos que quiera y en Galicia estaba con Eldert hablando de Grecia porque nos preocupamos por ella, no debería ni contarte eso, pero eso fue todo. Lo de ayer me sobrepaso, pienso que lo mejor es terminar esto por nuestro bien y conocernos más, y si nos conocemos lo suficiente para tenernos confianza lo tenemos todo, solo seamos amigos por ahora.

Mateo se debatió conmigo en que esto puede funcionar y otras chorradas, simplemente no me deje convencer.

-Creo que esta conversación no va a ningún lado, terminamos. Si quieres tener una relación de amistad conmigo acá estoy, pero una relación sentimental es demasiado para nosotros, ambos tenemos cosas guardadas en el closet que nos reusamos a botar y hasta que no saquemos eso de nuestras vidas, esto nunca va a funcionar.

Me levanto y me retiro, él me sigue, diciendo que está bien que seamos amigos pero que no nos distanciemos, cuando llegamos a mi portal me despido, pero Mateo intenta besarme y en ese momento llegan Grecia y Eldert. Ella que me conoce tan bien saluda a Mateo y comienza a decir que tiene que contarme algo urgente y que invito a Eldert a cenar, cuando va a invitar a Mateo rápidamente les digo que él ya se iba. Así que cuando subimos los tres al piso estoy en absoluto silencio.

-Maddy ¿Qué paso allá abajo? Pareces asustada – dice Eldert.

-Nada solo estoy un poco cansada – respondo colocando la mejor sonrisa que puedo en mi cara.

-Estas muy pálida – comenta él.

-Ve, date un baño y arréglate para ir a cenar con nosotros y esto no es negociable Maddy – fue la orden de Grecia.

Cuando salgo de mi habitación, estoy más repuesta, no parezco un cervatillo asustado. Ellos están hablando muy animados entre chiste y chiste, también esta Evan que no escuche en que momento llego.

Así que salimos a comer algo a un restaurante italiano, en un momento de la cena nos quedamos solo Evan y yo. Sé que él está al tanto de mi relación con Mateo porque es su amigo.

-¿Cómo lo llevas? – pregunta

-Bien, ¿puedo ser honesta contigo y pedirte discreción como amigo?

-Claro que sí, Maddy siempre que lo necesites ahí estaré para ti.

Le cuento rápidamente lo de Mateo sin profundizar el tema.

-Mateo, me aterra actualmente. Cuando llegamos a mi portal trato de besarme a la fuerza y cuando vio a Eldert se molestó y cuando se enteró que subiría al piso y él no, la cara que puso me dio terror, Evan ¿Qué rayos pasa con él? Solo a mí se me ocurre iniciar una relación tan rápido con alguien tan voluble.

-Mateo también es mi amigo, Maddy. Pero solo te puedo decir que, si no te sientes segura con él y causa esos sentimientos de miedo, aléjate. Trataré de mantenerlo a distancia en cuanto esté a mi alcance. En cuanto la actitud de él con Eldert, es porque no se llevan bien. Son totalmente opuestos mientras Mateo es pura sonrisas con lo demás, Eldert es demasiado reservado y serio, mantiene a las personas alejadas.

-Eldert al principio conmigo era grano en el culo, después hablamos con sinceridad y nos llevamos muy bien, es chistoso, agradable y muy protector.

-Wow… si ya lograste sacar esas cualidades de él es que le importas, eres como Grecia, ella tuvo a Eldert comiendo de la palma de su mano en un día – se ríe – Fue como si se conocieran de toda la vida, tengo años conociendo a Ed, pero lo que a mí me costó en mi momento ella lo logro en un pestañeo.

-¿Ed? – pregunto.

-Eldert solo deja que sus amigos íntimos lo llamen así, tu prima lo llama gruñón y él lo permite, pero solo a ella – Reímos.

Llegan Grecia y él, así que cambiamos el tema y comenzamos a hablar del viaje mucho más animados, ellos ya tienen el hospedaje, nosotras ya tenemos reservado a los masajistas, Gerardo y Mario ya confirmaron el avión. Guillermo, Samuel y Mateo confirman que tienen el vino, vodka, Gin, Whisky, todas las bebidas listas. Olga y Javier confirmaron dos reservaciones en diferentes restaurantes.

Faltan días para ese viaje que tanto necesitamos.