Prólogo

689 Words
2003 Parque Nacional Morrocoy En el mar, la vida es más sabrosa… Aquí estamos, tomado el sol con la hermosa vista que nos ofrece este Cayo , rodeada de un bosque de palmeras y el agua de un azul muy claro. Por donde mires hay un excelente ambiente, esto es vida; volteo a ver a Katia y esta de lo más feliz con Pablo, hacen una linda pareja pero ellos afirman que solo son amigos, veo a Grecia está a mi lado tomando el sol para obtener un broceado natural, lo que se le olvida que toma un color rojo, parece un camarón. Le dolerá todo el cuerpo más tarde por no aplicarse protector solar. Nuestros padres, tíos y los padres de Katia están preparando el almuerzo, unos sándwiches rápidos y para salir del paso. Veo todo a mi alrededor y siento una melancolía algo insoportable, el saber que apenas pisemos España, Katia se ira con sus padres a Sevilla, pensar en que se acabaron las pijamadas para hablar hasta altas horas, las risas tontas, las bromas pesadas, la camaderia, todo…la alejarían de nosotras, ella es como otra hermana para mí. Agustín se da cuenta de mi cara de tragedia y se acerca para charlar conmigo. -No pienses en eso todavía, todavía les queda quince días juntas, solo haz que valga la pena, guarda en tu memoria los buenos momentos incluyendo estos últimos días. -Esto es horrible Gus… -¿Qué puedo hacer para que dejes de pensar en esas gafedades y me hables con ese simpático acento español? Rio un poco, Agustín siempre saca sonrisas a cualquier persona, aunque él dice que hacerme sonreír es un placer para él, le gusto según lo que grita a los cuatro vientos, pero mi primo es muy sobreprotector conmigo. -Gracias por estar siempre para mí, Gus. Pero sabes que Pablo jamás va a permitir que entre nosotros exista algo. -Estúpida diferencia de edades, tampoco soy tan mayor, solo son cuatro años de diferencias, no es para tanto. -Tengo 16 años y tú 20, en estos momentos la diferencia es mucha, sé que tienes buenas intenciones, pero si realmente me quieres podrás entender que necesito tiempo. -Por ti esperaré todo el tiempo que necesites, apenas termine la carrera me iré a España a buscarte. Toma mi mano y entrelaza mis dedos con los suyos, una unión casi perfecta, digo casi porque sé que si le digo que sí, se desatara un problema grandísimo entre Pablo y él, evito eso a toda costa. -Te esperare allá. Pero no quiero que tengas problemas con Pablo, soy responsable de mis actos, y no quiero que mis acciones dañen tu amistad con él. -Quiero que pase el tiempo volando para que tú y yo tengamos nuestra historia de amor. -¿Nuestro final feliz? -No, contigo no quiero un final, solo quiero comienzos de cosas alegres y felices, en mi vida lo primero es hacerte feliz, solo quiero que entiendas que mereces puros comienzos felices, los finales significan dolor, y no quiero eso para ti. -Gracias. Me da un beso breve, pero que sentí que duró una hora. Lo miro a los ojos y veo como se sonroja y se ríe. Es realmente adorable, es mi primer amor y me gustaría que fuese el primero y último, solo espero que me de él tiempo que le pido porque no quiero tomar una decisión precipitada y arruinarlo todo. Se pone de pie y me ayuda a levantarme de mi silla, mantenemos una plática animada y llegamos donde están mis padres, el tiempo pasa tan rápido que sin darnos cuenta. *** En el aeropuerto no pude evitar llorar, se acabó todo. Katia se va a Sevilla y no la veré, al parecer a su padre lo trasladaran después a Panamá. Mi primo no me habla y tampoco a Agustín, y siento un vacío inmenso por todo lo anterior y por la certeza que me he enamorado de Agustín y no lo veré hasta dentro de más de año y medio. Lo esperaré hasta el día de mi cumpleaños número dieciocho y él lo sabe, ni un día más.
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