Capítulo 9

2095 Words
Hablamos en la cocina, en realidad escucho las quejas de mis padres por el abandono de sus niñas, joder… siento que tengo siete años nuevamente, de pronto suena el timbre de la casa, me levanto para abrir pero mi padre me hace una seña con la mano para que tome asiento nuevamente. Son las 20.37 cuando llega Mateo, llega con las manos vacías porque así lo pidió mi madre bajo su insistencia sé que él se debe sentir algo incómodo por ello. Veo a mamá en busca de apoyo para poder salir a recibirlo también, tenga la edad que tenga sé que cuando Agapito Palop dice algo…hay que obedecer y punto. Mamá no cede, solo cambia el tema. -¿Cómo está realmente Grecia? La primera semana de julio son difíciles en mi familia, sobre todo para Grecia, es el aniversario de sus padres, en estas fechas ella se deprime aunque trata de disimular, cuando ocurrió ese fatídico accidente, ellos dejaran que conservara sus apellidos y cuando este mayor tomara la decisión de si lo cambiada por el de ellos o conservaba los suyos. Con siete años ella pregunto a mis padres por qué su apellido era diferente al mío si somos hermanas y mis padres con mucho tacto le contaron todo y le hicieron la pregunta, ella se aisló TODA UNA SEMANA, todos nos preocupamos por ella, dejo de hablarnos. Hasta que un día mientras almorzábamos dijo que quería conservar los apellidos de sus padres porque era lo único que le quedaba de ellos debido a que no se acordaba de ellos. Eso no quiere decir que los dejo de tratar como sus padres sabiendo que son sus tíos, solo le pidió a mamá que le contara cosas sobre sus padres, solo eso; ella los quiere como sus propios padres y yo amo a Grecia como mi hermana, es mi familia, haría cualquier cosa por hacerla feliz. -La verdad es que tiene nuevamente su máscara de “estoy bien”, pasado mañana que sea el día se deprimirá horrible, lo sé y no me gusta saberlo. -Sé que no es fácil para ella, pienso que para nadie; odio ver a mi niña en ese estado y lo que más me duele es que nunca me habla los primeros días del mes. No me gusta que me aparte pero es su decisión y lo respeto, solo ella sabe lo que siente con respecto al tema de sus padres, nosotros solo rasgamos la superficie de sus sentimientos en ese tema. -Solamente quiero que este bien, este año no actúa como los demás… En eso entran mi padre y mi chico, suena hasta sexy. Me levanto y lo abrazo mientras lo saludo, le presento a mi madre, que automáticamente me aparta para abrazar al hombre que tiene a su hija ocupada. Si sale con una de las suyas, la mato, que pena me daría. El que retoma la conversación que tenía minutos antes con mi mamá es papá. -¿Cómo es eso de que no actúa como los años anteriores? -Bueno papá, esta algo diferente, como explicarlo para que me entiendan… no esta tan aislada, pero sé que esta triste, pero no habla de ello, un día como hoy ya estaría al tanto de que haremos ese día y no es así…trata de evitar el tema, obviamente no le preguntaré, quiero que siga confiando en mí y me quiera contar como se siente, no la presionaré. Hare el ritual que hacemos desde hace dieciséis años. -Pero… -No quiero hablar más del tema, a todos nos duele Agapito, pero tenemos que respetar la decisión de Grecia, no presiones a Madison que te veo venir, viejo metido. Mi papá se da cuenta de la incomodidad de Mateo por escuchar una conversación familiar y decide cambiar de tema. -Bueno, que quieren comer esta noche… -Cualquier cosa menos ese sushi, que le gusta a las niñas. -¿Qué te apetece comer, muchacho? - Eh… no soy exigente en realidad como de todo, lo que ustedes quieran me parece bien. Como no se ponen de acuerdo mis padres, pedí pizza y listo, se acabó la discusión. Agapito no aguanta, sé que le pica la lengua por interrogar a Mat, lo veo venir… ¡Dios! ¿Por qué me toco a la familia metomentodo? -Muchacho, ¿Qué intenciones tienes con mi hija? Estrello mi mano en la frente y miro de soslayo a Mateo, que casi se ahoga con la pregunta, sin contar que esta rojo como un tomate. Cuando él va a responder, mi mama decide tomar la palabra. Qué alivio… -Si eres bruto, no ves que es obvio que los dos se gustan; Madison Estelle nunca nos ha traído un chico a casa. -Fuiste tú quien lo invito, te conozco vieja bruja, casamentera. ¿Solo tú te puedes salir con la tuya? ¿No ves que Madison es una niña? ¿Quiero saber que intenciones tiene el muchacho que me la quiere quitar? Gracias a Dios no van a viajar juntos a Ibiza ¿Cierto Madison? Ahora casi escupo la cerveza y Mateo esta mas rojo que la luz de alto del semáforo. Los dos no ven esperando una respuesta que llega sola. Mi padre se endereza en la silla y cuenta hasta diez haciendo respiraciones profundas. Cuando decide hablar, solo ve a Mateo. -Muchacho, seré muy claro contigo. Mi niña es una señorita, así que luego de comer hablaremos seriamente, solo te adelanto que espero un examen de sangre completo donde me digan que estas limpio y no posees enfermedades de transmisión s****l, quiero que respetes a mi bebé. Que no me entere yo que han compartido cama porque juro que me cago en todos tus antepasados y te busco para darte tal paliza, que no querrás saber de un solo apellido que empiece por “P”, ¿queda claro? -Papá… ¿Cómo se te ocurre…. -MADISON ESTELLE. Sé que eres adulta y todas esas chorradas del siglo XXI me tienen sin cuidado, pues yo soy del siglo XX y te crie de esa forma.-voltea y mira fijamente a Mateo- espero que por lo menos sepas colocarte un condón, porque soy viejo mas no pendejo. Sin contar que sigo joven como para ser abuelo. Veo a Mateo y le doy una mirada de lo siento. -Tranquilo señor, mañana a primera hora me hago las pruebas y en cuanto tenga los resultados se los traeré personalmente, mis intenciones con su hija son las mejores, la respeto mucho. Con respecto a las vacaciones… si vamos juntos pero ella compartirá habitación con Grecia. -¿te sabes colocar un condón? Me evades la pregunta y eso me pone como nervioso y detesto ponerme nervioso. -Sí, señor. -No sé si golpearte por responder eso o darte el beneficio de la duda. Al responder eso me das a entender que quieres estar con mi bebé en un plan íntimo y no me gusta, es mi niña. Al darte el beneficio de la duda, estaría consiente de que por lo menos se cuidaran… por Dios, Elisa. En qué momento paso el tiempo que tengo que hablar de estos temas. -Agapito, ya no son unas niñas. Son unas mujeres hechas y derechas, profesionales, están en la edad de enamorarse, de darnos nietos viejo quejica. Deberías agradecer que te traiga a su novio para conocerlo, o prefieres que lo tenga a escondidas, ellas confían en nosotros y no sé tú, pero yo confió en mis chicas. Me gusta Mateo, se ve que es hombre de los pies a la cabeza. Se ve que piensa con la cabeza correcta, ya te conto su biografía ¿la quieres también escrita y autografiada? ¿Qué más quieres Agapito? -Papá, nadie te pidió hablar del tema, tu solito lo has hecho; no sé qué está pasando por tu cabeza pero desde aquí vemos el humo que sale de ella, apágate por favor. Qué vergüenza, Mateo, lo siento, no sabía que mi padre se pondría en este plan tan incómodo, porque si yo estoy incomoda y avergonzada no me quiero ni imaginar cómo estás tú. -Tranquila, entiendo a tu padre, me imagino que yo sería peor que el si tuviera hijas, solo quiere lo mejor para ustedes y eso dice mucho de él como padre, esposo y como hombre. -Tiene razón Elisa, eres un buen chico… me caes algo mejor. Me agrada como piensa tu novio, hija. Una vez que pasamos ese tema, la conversación continua sin momentos incomodos como el pasado, les conté a mis padres que Katia trabaja con nosotras y están como locos por ver a esa loca. Como era de esperar mis padres no tardaron en contar los momentos vergonzosos en mi vida. Mateo más relajado, sonreía y hablaba con normalidad. Me sorprendí de verdad al comprobar que a mi papá de verdad le caía bien Mateo. -Bueno…es tarde y mañana nos toca madrugar a todos así que nos vamos. -Vale, voy por las llaves del coche y te llevo a casa –dice papá. -Tranquilo papá, me voy con Mateo. Al ver que mi papá empezó a mirar mal a Mat, entiendo lo que está pensando esa cabeza. -Papá, no estamos viviendo juntos así que ni pienses en buscar el arma que te estoy viendo. Vivo con Grecia, relájate. -Uff…me has quitado un peso de encima, ya iba a matar al muchacho.-viendo a Mateo dice- espero los resultados, ya sabes dónde encontrarme y así hablamos un poco más de hombre a hombre. -Sí señor, fue un placer conocerlos, gracias por la cena. -Espero que se repita. – dice Elisa. -Yo igual.-dice él. Una vez en el coche de Mateo, le digo lo apenada que estoy, que me disculpe por el mal rato; pero él solo me dice. -Esta noche fue la mejor de mi vida. Lo miro extrañada, me pongo a pensar en cuantas cervezas se tomó, porque solo vi que eran dos, al parecer fueron más, no puede hablar en serio de pues del show de mis padres. -Anota esta fecha 01/07/2013, a partir de esta fecha eres mi novia oficialmente. Estoy con la mandíbula abierta hasta mis muslos, estoy sorprendida. Al ver mi expresión el continua. -al menos que no quieras empezar una relación conmigo… Deje de escucharlo por unos momentos, ¡joder! Este hombre es un sueño, claro que quiero tener algo con él. -Para el coche un momento. El me ve asustado y hace lo que le pido. Al bajar del coche él hace lo mismo con cara de preocupación, está parado detrás de mí y me da la vuelta agarrando mi cara con sus manos. -¿Te encuentras bien? ¿Qué paso? Le agarro por los brazos y lo veo a los ojos, tengo los nervios a flor de piel. -Estoy bien. -¿Qué pasó? ¿Qué tienes? -¿Qué pasó? Pues que mi novio acaba de pasar la prueba con mis locos padres, ¿Qué tengo? Ganas de abrazarte muy fuerte, ¿te parece poco? Él ríe mientras me abraza, se separa un poco de mí y toma de nuevo mi cara con sus manos. -Si me parece poco, porque me muero por besarte y hacer oficial nuestro noviazgo gracias a tus padres. Me besa. Esos hermosos labios, se mueven con maestría sobre los míos, no quiero que este momento acabe, el beso se hace más apasionado y quiero profundizar el beso, no les mentiré, quiero más besos, cuando pasa su lengua suavemente por mis labios en una invitación muda hasta que me da un mordisquito en el labio inferior, Dios…. Se siente tan bien que saco mi lengua en una clara respuesta a su invitación a profundizar el beso y él lo hace sin demora. Con la respiración entrecortada él se separa de mí y sonríe, hago lo mismo; aunque no resisto y le doy pequeños besos, hasta que el beso se vuelve arrollador. Nos besamos durante largo tiempo sin prisa pero sin pausa. Cuando vemos que son la una de la madrugada nos reímos como dos críos que están haciendo travesuras, tenemos dos horas entre besos, abrazos y risas. Así que volvemos al coche para retomar la vía a mi piso. Frena frente a mi portal y nos despedimos nuevamente entre besos, pero mañana nos espera un día fuerte en la oficina y en la tarde tengo programado un vuelo, antes de bajarme del coche quedamos en que me avise cuando llegue a su piso. Me siento como si flotara en mi nube rosa rodeada de unicornios multicolor, que cursi me pongo….
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