ESTEFANÍA Pasaron poco más de tres años desde que vi a Joshua en la estación de tren, y cuatro años desde que nos divorciamos. No había sabido más de él. Me habría gustado volver a verlo, pero las circunstancias me lo impedían. Durante ese tiempo su rostro desconcertado al verme dentro de aquel vagón era lo único que me acompañó durante todo este tiempo. Estaba desconcertado por verme en ese estado, a punto de parir. Tenía mucho miedo a varias cosas y decidí quedarme aquí con todo el dolor de mi corazón. Si él estaba con Paola que fuera feliz con ella. No quería regresar a lo mismo aunque extrañaba horrores a Joshua. La distancia no había podido cerrar ese ciclo por completo. En realidad estaba abierto. Tan abierto como el cielo al mar. Me aferré a mi sueño y hoy puedo decir que