JOSHUA Esa noche le marqué a mi mamá. Le había dicho que quería verla a ella y a Paola para cenar. Ella dio brincos de felicidad y a mí se me encogió el alma. Le pedí que organizara una reunión invitando a sus padres y que mi papá e Isabela también asistieran. Lea seguía en el internado y no podía contactarla. Al día siguiente la oficina estuvo tranquila. Había terminado los pendientes temprano, por lo que llegué a las ocho de la noche al restaurante. Era la hora acordada que habíamos establecido. Para mi sorpresa todos me estaban ya esperando. Empezando por Paola que me sonrió de oreja a oreja nada más verme. Había reservado un espacio al lado de ella para que me sentara. "Un hijo" resonaron las palabras en mi cabeza. — ¡Joshua! —Alzó lam mano Paola para llamar mi atención. Mi pa