JOSHUA
Salí de la casa de mis padres para nunca más volver.
La tormenta estaba azotando el asfalto y todo lo que se le cruzara en el camino. Había cortado toda relación con mi familia, si es que se les podía llamar así. ¿Por qué simplemente no respetaron el hecho de que estaba enamorado? Estaba exhausto, y estaba manejando sin rumbo fijo.
Estaba conduciendo con la mente en Estefanía, preguntándome si estaba bien, si tenía un lugar donde refugiarse, si ya había comido y... qué tanto me estaba odiando. Un escalofrío me recorrió el cuerpo, no precisamente por estar empapado, si no por la idea de no volverla a ver.
Quería que volviera a mí.
Había seguido mi camino sin rumbo. El teléfono no había parado de sonar con las llamadas insistentes de mi mamá. Era obvio que no iba a responder m
