Jenny siguió a Audrey hasta los baños, en cuanto entró la vio echarse agua en el rostro y sonrió maliciosa. —¿Te calientas cuando estás cerca de Gael? — Audrey brincó del susto, no la oyó llegar y no pudo evitar que su rostro se pusiera rojo como un tomate. —No— dijo en un susurro que hizo que Jenny soltara una carcajada. —Tranquila, ese hombre es guapa, claro, no es como mi hombre, pero es un hombre muy caliente ¿te gusta? — Audrey la miraba aún sorprendida. — Tranquila puedes confiar en mí. — Audrey lo sabía, por eso le había pedido a Gael que dejara que ella le ayudara. —Es… no tengo palabras, me gusta, y mucho más que William. Es tan sexy, su mirada, su sonrisa, todo él me deja muda. —¿Quién es William? — Jenny necesitaba saber, y no por chismosa, estaba segura que esa mujer