Gael alimentaba a Audrey cuando entró la doctora para darle una última revisión antes de darle el alta. Habían pasado tres días desde que Audrey se despertó y en cuanto el doctor entró ella se puso muy nerviosa, no quería a ningún hombre cerca de ella, por lo que Gael tuvo que mandar a llamar una doctora, cosa que para él era mejor. —¿Cómo estás hoy mi paciente preferida? — Audrey se sonrojó. —Me hacen sentir como una niña — dijo muerta de vergüenza, ya que Gael no dejaba que ella hiciera nada sola y la doctora siempre le hablaba como si tuviera nueve, es sólo que Audrey no sabía que la doctora Stuard, siempre había defendido a las mujeres golpeadas y maltratadas, siempre buscaba como ayudarlas a salir de ese hueco en que muchas entraban y a veces no salían vivas. —Bueno no tienes po