No lo pensé dos veces, es ahora o nunca, no me importó la hora, porque después de mi conversación con Kleo ya no podía seguir poniendo excusas, me muero por verlo y mucho más ahora que supe todo lo que hizo por nosotras.
Me acabo de bajar del transporte público y camino varias cuadras hacia la mansión de Jackson.
Me siento bastante nerviosa al pensar en que reacción tendrá Jackson al verme, seguramente actúe fríamente como siempre, pero no me importa quiero verlo y nada me va a detener.
Ya estoy enfrente de la mansión, cruzo la calle y me acerco al portón de rejas de la entrada. Le sonrió con amabilidad a los guardias, los cuales aunque no sé sus nombres, ya reconozco sus rostros debido a que ya e venido muchas veces y ellos imagino que ya me reconocen a mi.
—Hola, buenas noches, ¿está
