Charles miró fijamente a Avery, quería abrirse un poco con ella, porqué sabía que mientras Sander y Fiona anduvieran cerca las cosas podrían complicarse, aún más si él tenía que tratarla a ella, como algo que no era. —Sander tiene la costumbre de obsesionarse con las mujeres hermosas y que además no quieren nada con él, porque así puede someterlas y hacer lo que les venga en gana con él, mi madre, ella era humilde y su padre un desgraciado que la vendió por unos cuantos billetes que Sander estuvo más que dispuesto a pagar. Ella tenía que hacer lo que él dijera, sufría al ver que Sander entraba con mujeres diferentes y tenía sexo en sus narices, ella sentía asco y repulsión. Siempre estaba con temor, porque cuando él la llevaba a la habitación de abajo, siempre sufría más de la cuenta,