A Sander no le gustó la decisión de Charles, pues él ya se estaba haciendo a la idea de someter a esa hermosa mujer, pero con tal de que su hijo trabajara con él así cuando él muriera Charles quedaría a cargo de todo lo que había construido. —Bien, ¿la quieres en tu habitación o en otra? — Charles miró a Avery, su hermosa pelirroja, veía miedo y terror en los ojos de ella, él se iba a encargar de cuidarla y de hacerle pagar a Harry el venderla como si fuera un objeto. —La quiero en otra habitación, pero a la par de la mía. —Bien, así será hijo. Voy a decirle a Marta que prepare tu habitación de al lado — Charles asintió. Sander se fue en busca de su empleada con más años trabajando para él, y dejó a la nueva pareja solos. Avery veía a Charles a los ojos, no podía entender cómo las