A Sander le agradó ver que la chica ya no era virgen, que Charles se la estaba cogiendo, esa era la idea en un principio, al igual que él debería hacerlo, pensó que Charles tal vez en algún momento iba a compartirla, pero no quiso, igual eso no era lo que le molestaba, era el lazo que veía que crecía en ellos, era algo que no podía permitir, tenía que hacer que Charles fuera diferente y tenía un plan, su hijo que tenía que ser exactamente como él, no iba a permitir que tuviera esas ideas estúpidas del amor, y si Charles no aceptaba de una vez por todas lo que era, debía desaparecerlo, ¿Qué caso tenía tener un hijo si no hacía lo que él quería? ¿Si al final no iba a hacerse cargo de su negocio? Después de diez minutos Charles entraba más que enojado. —Nunca más en tu puta vida vuelvas a