Charles y Avery habían pasado una semana muy movida y juntos, él había decidido llevarla a su oficina, una dónde Avery podía ser ella. Él no era estúpido, sabía que Sander la deseaba, pero estaba muy equivocado si creía que él la dejaría sola, Avery era suya y de nadie más. En la empresa ya varios le habían habían visto con deseo a Avery, eso lo molestaba y lo ponía muy celoso, tanto que en cuanto llegaban a la oficina la besaba con arrebato, odiaba sentirse así, no quería hacerle daño, ya había concretado la primera cita con un psicólogo. Sería el lunes a primera hora, necesitaba cambiar por ella. Ese día no había llevado a Avery a su oficina, había quedado en casa ya que su padre ni Fiona estarían en ella, además de que debía ponerse hermosa para la premiación de esa noche, él se irí