Ya ha pasado un mes, y me la he pasado de audiencia en audiencia, mientras Kílim trata de defender a ese bastardo y aunque me ha dado buena pelea le he devuelto el golpe dejándolo sin defensa. — ¿Estás listo para el cierre? — me pregunta mi padre mientras camina de un lado para el otro. — Como siempre — le respondo con tranquilidad y seguro de lo que hago. No le he mencionado nada de lo que me comentó mi tío porque eso traería dolorosos recuerdos que no quiero enfrentar ahora, pero es evidente que está tratando de conquistar a mamá de nuevo. — Ese desgraciado aún no despierta o se está haciendo el moribundo. — Es imposible que se haga pasar por moribundo, de nada le va a servir eso. — De ese tipo me espero cualquier cosa. Incluso que se haga pasar por moribundo, es capaz de comprar a