Los meses pasaron e Isa no salía de casa, no quería que nadie la cuestionara por lo sucedido, se sentía una mujer sucia, triste por un secuestro y un embarazo del que no era culpable.
Se culpaba por no estar más con su esposo y ser abandonada, apenas pudo disfrutar de su luna de miel, fue todo, sus amigos no la visitaron, ella se alejó del mundo, disfrutaba de su pequeña Leah en casa, celebraron su primer añito en casa de sus padres, su vientre estaba de unos ocho meses, Andrew la llegaba a visitar todos los fines de semana.
Ella empezó a aceptar su cariño pero no le permitía avanzar, le permitía abrazarla, que diera besos en sus mejillas, le llevaba obsequios para su hijo y para Leah, él dijo que si era un varón lo llamarían Samuel Dimarco.
Ella tenia los medios para saber dónde estaba Luca, él se fue, así que nunca quiso saberlo, la abandonó y ella entendía perfectamente el motivo, no le iba a quitar un futuro para ser feliz al lado de alguien más.
Pronto llegó el día del nacimiento de su hijo. Andrew bromeó un poco en sí quería que atendiera el parto, ella estaba un poco avergonzada, le dijo que no.
Conocía cada parte de su cuerpo , estaba grabado en su memoria y en su corazón.
Pero ella sólo lo quería como un amigo y le estaría agradecida siempre por cuidarla en ese horrible lugar.
-Había algo especial cuando lo veía a los ojos y me negaba a aceptar que me había enamorado nuevamente de el.
Paul estuvo en el parto, le permitió entrar a Andrew, escuchó el sonido de un llanto, tenía lágrimas en sus ojos.
Isabella había hablado con Paul antes para hacer el salping, ya no quería tener más hijos, su padre estuvo de acuerdo, más después del secuestro.
Andrew se sentía un padre afortunado, por qué la mujer que amaba le dió un hijo.
Tomó a su bebé en sus brazos, lo acercó a Isabella, le dió un beso en sus labios y ella derramó lágrimas, al ver lo bien que se veía Andrew con su hijo, vió su hermosa carita, era idéntico a Andrew pero tenía sus ojos.
-Te amo Isabella, gracias por darme lo más importante en mi vida, un hijo y por poder estár cerca de ti, dame una oportunidad por favor.?
Paul veía la escena, sonrió de medio lado, no iba a influir en la decisión de su hija , estaba feliz de ver cuánto amaba Andrew a su hija. Ella vió como su padre la volvia a ver y sonreía.
-Papá qué piensas al respecto.?
-Mi amor es tú decisión no la mía, una vez lo decidí por ti, ahora es tú turno.
-Andrew déjame pensarlo, ahora quiero descansar y recuperarme.
-De acuerdo, el beso su frente.
Cuando llevaron a casa con el bebé Leah estaba enamorada de su hermanito y Liam se sentía como hermano mayor sobreprotector.
Andrew iba todas las noches después del trabajo con rosas para ella y a ver a sus hijos, aunque Luca no esté acá no dejaría a un lado a Leah, también la tomaría como una hija, Bella amaba ver lo dedicado que era. Poco a poco sintió que su amor por Andrew crecía, una noche al dormir a los niños se sentó a hablar con él.
-Andrew podemos hablar.?
-Dime preciosa.? Él siempre le decía así a pesar de su rechazo por él.
- Quiero que nos demos una oportunidad si estás de acuerdo.?
-Isabella Lombardi, espero que no sea una broma.!
-No, no lo es, he visto cómo has estado cerca en todo momento, no sólo ves a Samuel sino también a Leah, demuestras que la amas como a tu propia hija, me has brindado tu apoyo, estás en todo lo bueno y lo malo a mi lado, me enamoré de ti sin darme cuenta sabes.
-Quieres intentarlo.?
-Bella , no lo creo, de verdad me estás pidiendo algo así hoy. ?
-Sí tontito, quiero estár contigo, sí me das una oportunidad.
-Por supuesto que sí, todas las que quieras, dijo entre lágrimas de felicidad.
- Te amo Bella.!
-Yo también te amo Andrew.!
-He esperado por esta oportunidad desde hace mucho tiempo preciosa.
-Lo sé.!
-Gracias por jamás perder la esperanza y por enamorarme poco a poco con detalles, muestras de cariño y amor.
-Me haces tan feliz Bella, que quisiera hacerte el amor ya mismo.
-Bueno que estás esperando.?
-Poco a poco se desnudaron en medio de la oscuridad, Andrew besaba cada parte de su cuerpo, sus muslos, su vientre, sus senos, sus labios, le hizo sexo oral, la excitó tanto que ella pedía que le hiciera el amor casi a gritos.
-Hoy Andrew Dimarco, te haré el amor.
-Yo amo la oportunidad de que puedas amarme, de por fin darme todo de ti no sólo lo físico, sino también tu corazón Bella.
Insertó su m*****o caliente y palpitante lentamente, ambos gimieron de placer, revolcándose por toda la cama hicieron el amor sin miedo a un embarazo ésta vez, disfrutarían de sus cuerpos, de su amor mutuo.
Toda la noche hicieron el amor, por la mañana salieron a desayunar con sus hijos, Paul y Elena por fin notaron que el rostro de su hija estaba lleno de felicidad una vez más y aprobaron la nueva relación entre Andrew e Isabella.
-Señor Lombardi, Señora, quisiera pedir permiso para llevar a mi mujer a mi casa a vivir conmigo.
Paúl vió a Leah y le preguntó, bebé qué piensas, quieres ir a vivir con Andrew a su casa.?
-Sí Tito, sí quiero que papá nos lleve a casa.
Las palabras sorprendieron a todos porque Leah jamás había llamado papá a Andrew, calentó el corazón de todos , la tomó entre sus brazos y la besó.
-Gracias princesa por llamarme papá, prometo ser el mejor del mundo para ti y tú hermanito.
Leah lo abrazó fuerte y besó su mejilla.
-De acuerdo papi, te amo.
Leah.! la llamó Paul.
-Debes prometer llevar a Liam o visitarnos, sabía que la partida de Leah afectaría a su hijo porque la ama como a una hermana y la sobre protegía mucho.
Sí, Tito.
Esa tarde empacaron y se fueron a casa de Andrew, era una casa hermosa, enorme, con una propiedad inmensa.
-Me encanta tú casa cariño.
-Nuestra casa, de ahora en adelante es tuya, de nuestra familia, te amo Bella.
Sabes, presentí que podrías darme una oportunidad, por eso compré una cas para nosotros, tiene un buen sistema de seguridad, incluso mejor que tú casa, Paúl me ayudó a instalarlo.
Así que ustedes dos ya sabían que te pediría pronto una oportunidad.?
Jajaja, sí amor, pero no quería presionarte.
-Yo también te amo Andrew.
Isabella decidió vender su casa y otras propiedades que tenía, no quería nada que le recordara a Luca, pero no se lo dijo a Andrew.
Luca vendió la empresa, se llevó todo el dinero, ni si quiera se acordó que tenía una hija.
No le importaba el dinero, sino la cercanía de un padre con su hija.
Así que a ella tampoco le importó pensar en el. No lo culpaba por alejarse, pero sí por dejar a su hija sin su padre.
Decidió invertir el dinero con su padre y Andrew, ahora todos trabajaban juntos en una sola empresa, acordaron que Bella lo hiciera desde casa por los niños.