Lillie Sus labios callan mi boca cuando estoy a punto de hablar otra vez. Me extiendo en su cama con placer a causa de sus caricias por todo mi cuerpo. «Este hombre me vuelve loca en todos los aspectos». Estar desnuda ante él ya no me asusta. Deja de besarme y de tocarme para después tomarme de las piernas, que dobla y abre con lentitud. Su mirada se posa en mi zona íntima. — Joder, eres muy hermosa. Deseo probarte. «¿Qué ha dicho?». Sin darme tiempo de preguntar qué quiso decir con eso, sus dedos acarician mi clítoris. Me estremezco. De mi boca sale un gemido. Cambia sus manos por sus labios y comienza a besar mi vientre hasta bajar muy despacio hasta mi centro. Su lengua y su boca suave empiezan el recorrido que sus dedos habían seguido hace unos segundos, y eso hace que me retue