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Aún no satisfecha con todo lo que me dijo Gerard Hills, hice otra pregunta que todavía me preocupaba sin saber que el que iba a ser mi dueño cuando nos casáramos se iba a reír de mí. —Supongo que cuando quede embarazada será mediante inseminación, ¿no?—, pregunté al ver como Hills me miraba riéndose. —No, ni lo pienses Amanda, creo que aún no lo tienes del todo claro, quiero tener sexo con mi esposa y en mi cama, ¿entiendes?—, me dijo Hills. —Está bien si así lo quieres, tendré que pensarlo muy detenidamente entonces, pero dime qué pasa con tus amantes, no consentiré ninguna infidelidad de tu parte que pueda causar alguna enfermedad en mi cuerpo—. , como ves yo también quiero ciertas condiciones— respondí ——Y veo bien que tú pongas tus condiciones, pero si algún día tengo un error con