Ares está por hablar, pero se calla.
Ambos nos levantamos alertas al sentir presencias ajenas a la manada, suelto el aire observando el humo.
Mis manos poco a poco se enfrían.
—¿Qué está pasando? —Ares mueve las manos intentando darse calor.
—Janelle. —La puerta se abre de golpe, Eros se acerca rápidamente a mí —¿Estás bien?—Cuando habla humo sale —¿Qué mierda pasa?—
Poco a poco empiezo a sentir frío, Eros me abraza al verme temblar.
¿Qué está pasando?
—Mi luna no entres .—Ares la detiene, Atenea nos observa preocupada, nuestros padres llegan y cuando intentan dar un paso retroceden.
—Está helado .—Mamá me observa preocupada.
—Tengo frío .—Ares se acerca a nosotros, los tres nos abrazamos, sin poder movernos.
Por primera vez sentimos el frío, sin embargo esto no es normal.
De pronto dos figuras se hacen presente en la sala, sus capas blancas largas cubren sus rostros, los tres dos soltamos, sin embargo rápidamente soy puesta detrás de Eros y Ares, gruño, me quedo quieta cuando Ares me da una mirada, la mirada de un alfa.
Nos mantenemos al margen, ambos bajan la capucha de las capas, unos hermosos ojos grises me miran con ternura y curiosidad, su cabello plateado cae delicadamente hasta sus hombros.
Es hermosa, a su lado un imponente hombre nos observa con seriedad y desconfianza, sus ojos marrones no se despegan de mi, su porte es recto, como si fuera un comandante de algún ejército, con su cabello plateado perfectamente peinado y cortado.
—Eres muy hermosa .—Poco a poco el frío que nos envolvió desaparece—Lo sentimos por eso, es difícil poder controlar el frío a nuestro alrededor cuando viajamos de esa forma—La mujer intenta acercarse, sin embargo Eros y Ares no se lo permiten.
—¿Quiénes son ustedes? ¿Y cómo lograron entrar a mi manada?—Ares da un paso al frente demostrando quien es el alfa de esta manada, me acerco a él hasta posicionarse a su lado, soy la beta de esta manada y no porque ahora sepa que soy deje mis deberes.
Él hombre nos observa serio sin ninguna expresión en su rostro mientras que la mujer nos regala una sonrisa apenada, al sentir la atmósfera pesada la mujer posa la mano en la hombro del hombre provocando que este se relaje, la mira llevando la mano de ella hasta su mejilla depositando un beso allí. Coloco mi mano en el hombro de Ares, él me da una mirada para relajarse, mi mate se posiciona detrás de mi al sentir por nuestro lazo mi descontrol, muchas feromonas de macho alfa.
Su tacto me tranquiliza.
—Buena pregunta .—Él asiente, para después posar su mirada en mí— No obstante déjame preguntarte algo ¿Sabes quien eres tu? —Muerdo mis labios.
—Las preguntas las hacemos nosotros .—Ares se sitúa rápidamente frente a mi, mientras que mi mate me abraza protectoramente.
—Ares esta bien .—Él me da una mirada asintiendo.
—Soy Janelle Hale Deprent, hija de dos grandes betas, descendiente de grandes betas a lo largo de esta manada, mate de un Alfa, mejor amiga del Alfa y su beta y por ende beta de esta manada .—Él asiente.
—¿Sabes quien eres en realidad? —
—Se quien en soy, soy una beta que posee sangre de un omega puro, soy una mestiza que aún no logra tener equilibrio con ambas partes, no me importa quien piensan que soy, soy una mestiza que aprendera a sobrellevarlo.—Él me mira.
—Me agradas .—Me regala un intento de sonrisa.
—¿Ahora quiénes son ustedes?—La mujer me sonríe, sus ojos cambian de color, un amarillo apaco y en su ojo derecho, la pupila de un amarillo y el circula del ojo de igual forma.
—Somos iguales que tú, mestizos .—Ella dice, sus ojos vuelven a la normalidad, ese gris claro tan extraño.
—¿Eso es posible?—Mi padre logra por fin entrar se acerca, pero aun así manteniendo la distancia, mi madre a su lado los mira asombrados y la ex alfa y la ex luna se mantienen al margen, pero sin bajar la guardia, Atenea se mantiene quieta no se acerca sosteniendo su panza.
—Pero la mayoría de los mestizos, ellos estaban…—
—Muertos o desaparecieron. —La mujer termina la oración —Cada uno de nosotros a lo largo de la vida, tomamos una decisión por nuestro propio bien, teníamos que desaparecer, la mayoría de nosotros, la mayoría de los mestizos fueron rechazados al saber lo que éramos o nos asesinaban por la misma causa —
—Muchos odian el mestizaje, más los leones, ellos toleran a los híbridos, pero el mestizaje no, como ustedes saben casi no aceptan tener compañeros de otras razas, para ellos eso es abominación, intolerable, ya que en casos nacen híbridos o en uno en un millón nace un mestizo .—Él señor habla —Por esa razón nuestros ancestros decidieron que lo mejor era que los mestizos desaparecieran para siempre, años, siglos había pasado antes de que otro mestizo naciera, hasta que llegaste al mundo, cuando tu presencia, tu alma y espíritu estuvieron aquí, cuando lloraste por primera vez, la diosa nos hablo de ti, de la mestiza de un beta y un omega, de la primera mestiza en nacer por sangre, no por genes, cuando ambos se aceptaron, la diosa nos dijo donde pudimos hallarlos, el momento ya había llegado —
—¿Por qué están aquí?—Eros los observa desconfiado.
—El momento ya llegó, ella necesitaba saber de nosotros, ustedes necesitaban saber de nosotros, además queríamos saber quien eras, no es común que un lobo beta posea sangre de omega de uno puro, era imposible.—La mujer habla observando detalladamente, me acerco a mi mate que no duda en abrazarme.
—Dirás imposible y más por sangre .—Él hombre hace una leve mueca.
—¿Por qué es imposible?—El Steven pregunta.
—La sangre de los betas es un tanto diferente, no es compatible para el mestizaje, siempre domina la sangre beta, el gen beta, es muy raro que alguien como tu naciera, ya que tus padres, ambos son betas y toda tu familia es beta, sin embargo al tu madre tomar sangre de un omega puro, y al tú también la beberla te convertiste en la primera mestiza de ambas partes—
Los ojos del señor se tornan rojos, su pupila negra y el circula de igual forma y su presencia se vuelve poderosa, Eros me envuelve al verme temblar.
—Lo lamento tendré más cuidado la próxima vez.—Se disculpa conmigo—Soy un mestizo, madre alfa, padre vampiro, una combinación extraña mas no imposible —
—Los mestizos no somos comunes, si somos raros, tú nos ganas, la sangre omega que corre por tus venas te dió la vida, la sangre beta de tus antepasados es mayor, por eso eres rara, puede haber alguien como yo o alguien como mi compañero, ¿Pero alguien como tú? Eres la primera que existe .—La mujer termina de hablar, un frío recorre mi cuerpo.
—Soy una rareza hasta en los mestizos, viva yo .—Eros a mi lado se ríe, ganándose de mi parte una mala mirada.
—¿Cómo lo saben? Como saben que es extraña, puede haber más como mi hija.—Mi madre dice nerviosa.
—Si existieran ya lo sabriamos, por el color de su cabello, el de su hija es blanco, todos los mestizos nacemos con el cabello de color plateado, pero su hija no, ningun lobo a nacido con ese color de pelo —
Muerdo mis labios, mis padres me miran, se que se están preguntando ¿Cómo ellos lograron saber el color real de mi cabello?
—¿Cómo lo saben? ¿Cómo saben el color real del cabello de mi hija? Solo los miembros de la manada lo saben, ella mantiene un hechizo para que nadie sepa su color de cabello.—Mi padre me da una mirada de disculpa.
—Papá ya lo sabía .—Hablo por la mente, él me da una mirada apenada—Luego hablamos sobre eso —
—Ella es una de nosotros, puede ser rara, pero sigue siendo una mestiza .—La mujer se acerca, me quedo quieta, ella toma mis manos dándome una sonrisa —Eres muy hermosa—
—Gracias .—Le sonrió apenada.
—¿Qué podemos hacer para que ambas partes estén en armonía, para que se acepten? —Eros dice y me aleja de ella.
—Como lo hicimos todos, aunque tú casi es especial, ambas partes aún no se aceptan como una, porque no sabías lo que eras, la única manera es llevándote al límite, alguien debe intentar doblegar ambas partes —
Un fuerte gruñido se escucha, Eros me atrae a él gruñendo.
La sala se llena de su enojo.
—Sin embargo con los hechos, ese alguien ese debe ser mate, el debe doblegarte, la razón es tu compañero, tu lazo dictará que te doblegues y como el omega es juguetón con su mate tampoco se doblegará fácilmente y no solo eso tú debes aceptar lo que eres —
Parpadeo varias veces.
—¿Juguetón? ¿Por qué dices eso? Yo ya acepte lo que soy —
—No lo has hecho, no te has aceptado, cuando lo aceptes—
—¿Qué hay del instinto de beta? —Eros se apresura a preguntar, yo muerdo mis labios con una sonrisa llena de vergüenza.
—Ella te aceptó desde hace mucho, solo que al ser mestizo y al ella no saberlo a tiempo y no aceptarse, como todo omega juguetona y más cuando se trata de su compañero —
Diosa esto es mucho.
—¿Como se llaman? —Ares por fin vuelve a hablar aunque sigue manteniendose al margen.
—Lo siento por presentarnos tan tarde, Soy Amber y mi compañero Dante —
—No puede ser .—Mi suegro se acerca.
—Por fin me reconoces viejo amigo .—Por primera vez desde que llegó nos brinda una mirada de alegría sincera.
—Te creímos muerto .—Se acerca y lo abraza.
—Hierba mala nunca muere .—Bromea, percibe una leve sonrisa que desaparece con rapidez—Ya debemos irnos, es peligroso estar tanto tiempo lejos de la manada, pero pronto nos volveremos a ver .—Amber se acerca rápidamente a mí, dejando un beso en mi frente.
—¿Quién es él? —Eros mira a su padre sin soltarme, aunque no me quejo.
—Él legítimo heredero del reino de los vampiros.—
Frunzo mis cejas al sentir enojo en la manada, la alarma suena.
Salimos corriendo cuando un guerrero se acerca a nosotros, su ropas llenas de sangre me provoca mucho.
—Ella, ella escapó.—Cae de rodillas al suelo sosteniéndose la barriga.
—¿Qué sucedió? —
—No lo sé, todo sucedió tan rápido, unos lobos salieron de la oscuridad, no tenían olor, ni presencia, nos atacaron y cuando desperté ella ya no estaba .—Ares se acerca ayudándolo—Lo siento alfa, beta .—Nos mira y hace una mueca.
—¿Los demás? —
—Solo sobreviví yo .—Desvía la vista, el olor a salido nos llega.
—Tranquilo —
Esto no me gusta nada.