Nos bañamos desnudas un par de veces durante la universidad. En aquel entonces, me habría unido de buena gana, pero he engordado más de unos cuantos kilos después de dejar el equipo de atletismo; Ya no me sentía tan cómoda con mi cuerpo. Cristina, por otro lado, parecía tan delgada como antes. No tenía ni un centímetro de grasa abdominal. Las personas naturalmente delgadas tuvieron mucha suerte. —¿Qué estas esperando?–dijo, nadando hacia el lado de la piscina—¿Por qué no te unes?–sus rizos rubios se amontonaron y el agua hizo que se corriera su maquillaje. Cómo se las arregló para lucir hermosa sin esfuerzo después de eso, no lo podía entender.Me había hecho un poco como un perro y no preví que me desnudaría frente a otra persona mientras los gemelos estaban fuera, así que llevaba ropa i