When you visit our website, if you give your consent, we will use cookies to allow us to collect data for aggregated statistics to improve our service and remember your choice for future visits. Cookie Policy & Privacy Policy
Dear Reader, we use the permissions associated with cookies to keep our website running smoothly and to provide you with personalized content that better meets your needs and ensure the best reading experience. At any time, you can change your permissions for the cookie settings below.
If you would like to learn more about our Cookie, you can click on Privacy Policy.
Capítulo: “Hilos Invisibles” Fátima caminaba por el pasillo central de la casa como si nada pudiera afectarla. Su túnica de seda color marfil flotaba con cada paso, y su rostro sereno irradiaba una calma casi hipnótica. Para cualquiera que la mirara, era una Luna sabia, respetada, dueña absoluta de su entorno. Pero por dentro, su mente trabajaba como un mecanismo de relojería. Había notado algo extraño en Ignacio. Su silencio más profundo. Su forma de mirar, de moverse. Y esta mañana… lo vio tirar el té. Fue solo un segundo. Un movimiento rápido cuando pensaba que nadie lo veía. El té que ella misma le preparó, lleno de ingredientes para mantenerlo bajo su control, terminó regando la tierra del jardín. Eso no le gustó. Pero no le preocupó. Para Fátima, había una explicación lógica: