—Gracias. —Suspira cansada. Trevor aún no se había ido, le faltaba pocos días y Holly no sabía que hacer sin él. *** —¡Ally, ya llegué amor! —grita Holly entrando a casa. —Seguramente debe estar en el jardín cariño —dijo Trevor detrás de ella, pues la había traído a casa. —¿Sola? —Una cosa era estar adentro de la casa y otra era estar afuera. —Realmente no —dice una señora en la sala y Holly se acerca. —Virginia, ¿cómo estás? —Holly la abraza para saludarla, era otra mamá del club. —Muy bien, ¿y tú? —Se separan del abrazo. —Bien —dice alegre y se dirigen a la sala para sentarse a hablar. —Espero que no te moleste, Violetta tenía ganas de venir y tu esposo me recibió —explica apenada por el abuso. —Nada que ver, Ally desde que me comentó que conoció a una amiga que tienen cosas e