Ascher baja las escaleras, acababa tener cierta discusión y necesitaba aire fresco, así que ría a la salida, pero fue detenido por uno de sus socios. No solo era una fiesta de compromiso, sino también de negociar y cualquier aprovecharía está oportunidad para conocer otros dueños y tener una especie de alianza. —Ascher Maximiliano Basquin —dice su nombre completo. —Gobernador, ¿cómo está? Espero que esté disfrutando de la fiesta. —Sonríe. —Claro, por supuesto, Julia se esmeró. —Mira a su alrededor el salón. —Sí, sabes que le gusta tener todo perfecto —comenta conociendo a la hija de su socio. —Felicidades por… —Sigue hablando, pero Ascher no le presta atención. Los oídos de Ascher su mutan a las voces de las personas en el salón y solo se escucha el pianista de fondo, una música clá