CAPITULO -1-
Por primera vez, estaba contenta de estar en clases, la verdad nunca había estado tan feliz como ahora bueno más bien en realidad nunca había estado feliz, no quería que el tiempo pasara tan rápido quería quedarme un tiempo más en clase pero como la vida y el universo me odia cada vez que pasaba la hora era como si el tiempo quiere correr. Mire mi teléfono, tenía un mensaje de mi papá, espero que no sea mar unos de sus mensajes cursis y estúpidos. Odios que se comporte de esa manera lo detesto, sé que es mi papá y todo eso pero la verdad nunca me ha gustado ser tratada tan cursi y cariñosamente, si conoces sabrás y entendido que si me abrazas o algo simplemente voy a golpearte no me importa quién seas.
- Andrew: Hola, princesa hermosa, ya estoy en el colegio, en el estacionamiento. No tardes mucho te veo al rato. Te quiero mi niña.
Es en serio? Te quiero mi niña? No pudo colocar algo más idiota, por favor ni que fuera un nena chiquita o una estúpida que le encanta que su padre la trate de esa manera, por qué quiere tratarme así? ¿Qué diablos gana con eso? Se lo he dicho demasiadas veces pero él no entiende lo que le digo. Si sabes que odio ese tipo de cosas por qué intentas hacer que me gusten? No me trates de esa manera tan estúpida y yo no te insultare ni querré matarte por eso. Trátame como quiero y no hace daño así de simple no es complicado ni nada. Soy mucho más feliz cuando no tenemos tanto cariño o simplemente no tenemos absolutamente nada de cariño. Yo no lo hago porque lo veo ridículo, estar por la vida dándole cariño a todo el mundo por favor que asco eso.
Odiaba cuando se comportaba de esa manera, ¿ven a lo que me refiero? Él sabe que no me gusta ser tratado de esa manera, nunca me ha gustado. Mire hacia adelante y un compañero tenia los audífonos puestos mientras escribía algo en su cuaderno luego rompía la hoja la arrugaba y se las lanzaba a los nerd ya los estúpidos del salón y por estúpidos me refiero a los niños de mami y papi.
No tuve nada en contra de ellos pero la manera en que se comportan me dio demasiada rabia, porque creían los muy muy y en realidad no lo son, pero qué se puede hacer si son niños mimados. Gracias al universo ninguno se metía conmigo porque si no ya nos hubieran expulsados a todos. Al estar en el colegio siempre evito algún contacto con cualquier persona él incluso con los profesores, ellos no se meten conmigo y yo trato de comportarme con ellos pero si se pasan de completos terminados botados y humillados así que no creo que les convenga eso.
Mi cabeza estaba que explotaba al escuchar el reloj que colgaba de la pared cada tic tac, tic tac, tic tac me hizo cerrar los ojos y suspirar con pesadez, ¿por qué diablos a alguien se le podría colocarle ese sonido a los relojes? No pudieron colocare solo el sonido cuando la hora termina o algo? Simplemente detestaba ese ruido.
Dejando de lado el ruido del reloj, me puse a pensar cómo iba a hacer este nuevo pequeño cambio que mi papá se le haría, diablos no podría hacer otra cosa? ¿Por qué simplemente tomo la primera idea que tuvo? si tan solo me hubiera dado la oportunidad de darle mi opinión acerca de ese tema creo que las cosas hubieran sido diferentes, ¡pero no! Él se había negado rotundamente, nunca me había dicho que no pero no sé qué diablos le paso que justamente se le ocurre decirme no!
No quería ir a esa casa en realidad nunca tuvo ganas de ir a esa casa y convivir con ciertas personas.
"Sera poco tiempo"
"No será tan malo"
"Sé que te lleva bien con ella"
"También son tu familia"
"Serán solo unos días hasta que vuelvan por ti mi niña"
Y sigue con mi niña, que no lo soy y aunque le encanta decirme así no entiendo porque no acepta que odio ese tipo de cosas.
Él dijo eso, pues claro como no será él quien conviva con esas personas por cinco meses mis padres se separando y bueno mi relación con la mujer que dice ser mi madre nunca, nunca en la vida ha sido ni será la mejor no me interesa en tratar con ella ni mucho menos tratarla como una mamá, no lo es y nunca tendrán ese puesto. Solo somos mi papá y yo nadie más.
El timbre sonó anunciando la hora de salida, no quería que sonara como dije quería quedarme más tiempo en clase y no porque me guste sino porque no quería ir a esa casa en realidad no quiero irme a ningún lado. Me levante con pocas ganas de mi asiento recogí los libros y los guarde en mi bolso. Salí del salón directo a mi casillero para dejar mis cosas ahí cerré con todas las fuerzas que podrían tener este momento, causando un ruido fastidioso.
Camine rumbo a la salida del colegio, pocos estudiantes se encuentran en el pasillo del colegio. Mi mejor amigo de seguro debe estar jugando. Luego le contare todo lo que está pasando, por ahora no tengo ganas de decirle nada, cuando tenga tiempo hablare con él.
Me acerque al auto de mi papá abrí la puerta y entre al auto cerré un poco brusco la puerta pero de verdad no estoy seguro de la idea que se le tendrá.
Andrew me miro mientras hablaba por su celular, me dio una pequeña sonrisa, lo mire tan mal que lo noto colgó la llamada y me dio un leve golpe en el hombro intentando hacer aunque sea sonreír cosa que no logro.
- ¿Lista para tu nueva casa? .- Pregunta feliz-.
- No estoy para tu humor hoy.-Suspire-. Sabes lo que pienso al respecto con tu idea pero como a ti no te importa lo que pienso mejor no digo nada.
- No digas tonterías Nikole sabes perfectamente que me importa todo lo que digas o pienses.
- Si te importa por qué no aceptas que no quiero ir a ese lugar? No quiero ir.
- Vamos tampoco es tan malo.
- Pero papá ponte en mi lugar, a ti te gustaría que tu papá hiciera lo mismo que tú estás haciendo conmigo? ¿Aun sabiendo que no estoy para nada de acuerdo con todo esto? No quiero ir pero tú sigues enfrascado en mandarme con esas dos. ¿Por qué no me dejas sola en casa? Prometo comportarme y no causar ningún daño.
- Nikole, hace un año te dejo sola en la casa y cuando regrese me entres de que estuviste dos semanas en la cárcel, dañaste parte de mi cuarto, te peleaste con uno de tus compañeros ni siquiera lo lastimaste sino que lo mandaste a la clínica con un brazo roto al igual que la nariz ... quieres que continúe?
- No hace falta ya entendí lo que quieres decir, no me dijeras sola en casa.
- Pero vamos cariño no será tan malo vivir un tiempo con ella, estoy muy seguro que formarán una gran unión que no podrán vivir separados.
- Por favor.-Rodee los ojos-. Deja de ser tan cursi sabes que no soy así y nunca lo seré.
- Sera una gran aventura para ti ya lo veras y cuando me vuelvas a ver lo agradecerás.
Lo mire con molestia.
Odiaba demasiado su idea, así como odiaba a esas parejas que apenas se conocían y ya se juraban amor eterno y los días terminados, la odiaba más que eso. No quiero que esa mujer intente ser parte de mi vida o quiera que tengamos una buena relación porque eso nunca pasara.
*****
Llegamos a la casa papá apago el auto y yo miro.
- Es hora vamos.
- ¿Es necesario todo esto?
- Ya! Vamos
Suspire con cansancio y bajamos del auto, nos acercamos hacia la casa y papá toco el timbre espero que no haya nadie en casa ... Pero como el universo está en mi contra si había alguien.
- Pasen están en su casa.
Esa voz causo un escalofrió en mi cuerpo, hace mucho tiempo que no la escuchaba. No quería entrar pero papá me empujo lentamente haciéndome entrar a la casa.
- Quieren tomar algo?
- No gracias.-Dije yo-.
- ¿Cómo tiene estado Nikole?
- B-bien. - Dije tartamudeando-.He estado muy bien.
- Que bien me alegro por eso. -Fingiendo una sonrisa -Andrew podemos hablar en privado ?. - Dijo como si no supiera de lo que habla-.
Me canso en el sofá de la sala de estar, la casa era enorme no a lo que yo acostumbraba, mi casa no era un palacio como esta, pero me resulta más cómodo en mi casa que aquí. Mi casa era cómoda y linda, si solo éramos mi padre y yo para qué comprar o vivir en una casa como para 10 personas? no lo entendía y nunca lo entendía pero bueno cada quien.
Encender el televisor y comenzar a cambiar de canal. Ningún programa de televisión me llamaba la atención, no había ninguna película o algo, en realidad no soy amante del televisor pero en mi estadística aquí creo que será lo único que llegará a que no vuelva.
- Nikole.-Me llama mi papá-.Quiero hablar contigo.-Me miró con esa cara de seguridad que tanto yo quería-.
- Si? Eh qué pasa? .- Dije de lo más gentil que podría-.
- Nikole! No te preocupes, ya hable con tu madre solo compórtate bien, ya lo hemos hablado.
- Lo sé.-Dije poniendo en blanco mis ojos-.
- No le digas nada a Sam, solo lo de las industrias textiles. - Sonríe-.Cuídate ya me voy.-Beso mi mejilla y me dio dinero-.
Salió de la casa y me sentí nuevamente en el sillón y volví a hacer lo que estaba haciendo cambiar todos los canales.
- Nikole.-Dijo Sarah-.
- ¿Me hablas a mí? .- Pregunté, e ya sabía que me hablaba a mí, solo quería molestarla-.
- Si te hablo a ti señorita.-Dijo-. Vamos que te mostrare tu habitación la que antes era de tu hermana, pero dejo de usarla hace un par de años.
- Ok, pero no quiero peleas con ella por esa bobada. Así que espero que hayas hablado con ella sobre eso.
- No pelearan tranquila yo hablare con ella.
Subimos las escaleras y caminamos por un largo pasillo mientras miraba los cuadros que estaban colgados todo es muy lindo pero nada de mi estilo.
- Hablando de ella donde se fue no he escuchado su chillona y espantosa vos.
- Nikole, no empieces ella está en su práctica de porristas. Mira esta es tu habitación.-Dijo abriendo una puerta-.
- Bueno.-Dije mirándola-. Esta linda.-Hice una mueca-.
- Cualquier cosa que me necesite avisas, iré de compras al supermercado quieres ir o quieres que te compre algo? .- Yo mira-.
- No, estoy bien. - Dije entrando a la habitación-.
Cerré la puerta todo estaba oscuro bueno casi lo único que reflejaba era una gran ventana de vidrio que empezaba desde el suelo y terminaba hasta arriba. Prendí las luces y me impactó lo que vi las paredes eran de colores pasteles, pero lo tengo que aguantar por los cinco, -solo cinco meses Nikole- me dijo a mi misma, llegué hasta la ventana no era una ventana era una puerta corredizas para poder salir a un balcón, corrí hacia un lado el vidrio y Salí.
Algo comenzó a sonar era mi celular lo tome de la cama y mire la pantalla era Diego, maldición yo no le conté nada espero que no se haya enterado.
- ¿Hola? .- Dije insegura si ya lo sabías me mandaría a la mierda por no haberle contado-.
- Nikole.-Dijo con su alegría de siempre respirar hondo no se había enterado-.¿Dónde estás? .- Preguntó-.
Espero que no lo tome a mal y este tranquilo porque de verdad que no quiero estar explicando todo este asunto que para mí no tiene nada de importancia.
- En la casa de Sarah.-Dije y cerré uno de mis ojos él sabía que ella era mi madre-.
- ¿Qué haces ahí? .- Pregunto-.Oye no tengo mucho tiempo solo quería invitar a cenar prepárate que enseguida paso por ti.
- ¿Qué traes entre manos desde cuándo vamos a cenar a las 5 de la tarde? .- Pregunté-.
- Vamos arréglate como siempre pero no tan desarreglada, solo bromeo, ya llego a tu nueva casa.-Colgó-.
Cogí mi maleta agarre unos shorts negros, una remera roja mis conversas rojas y una cazadora deportiva con cierre, me la puse en menos de 20 minutos, mi cabello estaba desarreglado lo recogí en una coleta mirándome en el espejo del baño, un poco de rímel y lo que nunca me faltaba brillo labial.
Diego aun no llegaba, me puse la capucha de la cazadora y salí al balcón el viento rasaba por todo mi cuerpo, mire al costado también había un balcón pero era de la casa de alado no le di mucha importancia y mire todo lo demás estuve como media hora ya me había cansado y mandaría a Diego a la mierda. Escuche una voz pero yo estaba furiosa con Diego, y yo dio lo mismo.
- ¿Sam? .- Dijo alguien yo odiaba con todo mi ser que me confundieran con ella-.¿Sam? .- Volvió a decir-.
- ¡IMBÉCIL NO SOY SAM! .- Grite con rabia y entre, poco minutos después sonó el timbre .-. ¡QUE ALGUIEN ABRA LA PUTA PUERTA! .- Grite desde la habitación pero grabe que solo estaba yo, Sam ni Sarah estaban así y abrí la puerta era Diego-.
- Nos vamos? .- Dijo sospecha que no quería quedarme ni aunque estaba molesta con él pero no me quedaría tampoco-.
- Vamos.-Dije y recogí las llaves que posiblemente Sarah había dejado para mí-.
Lo seguí estaba en el amor de su vida que era una Ducati, tenía bastante que la tenía pero adoraba esa belleza me subí detrás de él y comenzó a acelerar llegamos a un bar, al cual solíamos ir la noche de la maldición.
- ¿Diego, no me digas que me invitaste a cenar para traerme aquí? .- Dije seria-.Mierda eres un malnacido te dije que no quería volver a pisar este lugar.
- Tranquilízate, es que hoy hay 5000 $ en juego es noche de dos y sabes lo pésimo que soy jugando e hice una apuesta con uno de esos idiotas bueno con el mayor de ellos.
- ¿Con quién? .- Dije mirando fulminante-.
- Ok, ok pero deja de mirarme de esa manera.
- Escúpelo.
- Con James, con él fue que aposte. - Dijo, curva una sonrisa-.
No conocía muy bien a ese tal James pero he oídio algo de él.
- No pienso perder esta apuesta, ¿me ayudaras? .- Dijo mirándome a los ojos-. Tienes que decir que sí, porque si no, no te llevare a tu casa de vuelta así que vamos, me ayudarás a ganar?
- Sabes que si te ayudo, idiota.-Rodee los ojos y él me abrazo-.
- Vamos.
- Pero espera.-Lo detuve-. Aparte de apostar qué más hiciste?
- No hice más anda, ¿por qué la pregunta?
- Porque te conozco.
- No hice más nada mujer ya entremos.-Dijo y entramos al bar-.