CAPÍTULO SIETE Caitlin se esforzó por recuperar el aliento mientras caía por el cielo nocturno. No bien Caleb había golpeado el botón de expulsión, el avión ya no estuvo a su alrededor. Estaba en el aire n***o de la noche, cayendo hacia el mar embravecido. Miró a la derecha, buscando a Caleb. Él no estaba allí. Con angustia, miró a su alrededor y, finalmente, vio a Caleb por encima de ella, con su paracaídas desplegado. Estaba señalando su cuerda del paracaídas. Ella no podía oírlo por el sonido del aire rugiente. Entonces se dio cuenta: él estaba tratando de decirle que tirara de su cordón. Ella lo hizo y de un vez la caída en picada se detuvo mientras su cuerpo hacía un chasquido. Pronto todo estuvo en calma. Ella se movía, flotando, el paracaídas blanco se extendió abierto por encima